ROSA MENESES
MADRID.-
Reactivar el espíritu de la Conferencia de Paz de Madrid de 1991. Ése es el objetivo de la reunión Madrid+15, que arranca hoy en la capital española con la asistencia de la mayoría de los actores que participaron entonces. Pero, tres lustros después, la situación en Oriente Próximo ha cambiado enormemente y el desencuentro entre las partes abarca un abismo.
La gran crisis abierta en las últimas semanas en los territorios palestinos entre las facciones de Hamas -en el Gobierno- y Al Fatah -el partido del presidente Abú Mazen- y la guerra librada el pasado verano entre la guerrilla chií Hizbulá e Israel han abierto nuevas brechas en el paralizado y roto proceso de paz de Oriente Próximo.
Sin embargo, esta es precisamente una de las razones que alienta la convocatoria. «Oriente Próximo no es un mar de tranquilidad en este momento y la situación no deja de empeorar desde este verano. Pero precisamente de una situación como esta puede surgir una oportunidad y nuestra idea es transformar la crisis en oportunidad y posibilitar un guión que sirva para crear las bases de una iniciativa oficial de paz», señaló Emilio Cassinello, director del Centro Internacional de Toledo para la Paz (CIT), uno de los think tanks que organizan este encuentro.
Madrid+15 tendrá como objetivos principales identificar las expectativas y diferencias de todas las partes y actuar de precursor para futuras conversaciones oficiales. Los organizadores quieren hacer hincapié en que Madrid+15 sólo trata de «explorar la situación para dar un impulso a que la comunidad internacional se siente a negociar», pero que no se trata de una conferencia oficial ni de una negociación de paz. «Madrid+15 no es una negociación. Nadie se sienta a negociar. Es una iniciativa de la sociedad civil que utiliza la diplomacia de segunda vía, la que corre paralela a la diplomacia oficial», precisa el director del CIT.
«Los participantes están aquí a título personal, como antiguos dirigentes y representantes de sus Gobiernos o líderes de opinión significativos con acceso al poder, pero sin responsabilidades políticas a asumir en esta conferencia», clarificó ayer Cassinello en la presentación del encuentro.
En la conferencia participan delegaciones de Egipto, Jordania, Siria, Palestina, Israel, Arabia Saudí, el Líbano, la Unión Europea, Rusia y EEUU. Académicos, periodistas, parlamentarios y antiguos ministros que estuvieron presentes en la histórica reunión de 1991 en Madrid volverán a sentarse juntos a la mesa de discusión. Contarán con moderadores de lujo: Alvaro de Soto, Benita Ferrero-Waldner, Felipe González, Amr Musa, Josep Piqué o Javier Solana son algunos de ellos.
Al final del encuentro, mañana, los participantes entregarán las conclusiones al responsable de la Política Exterior y de Seguridad Común de la UE, Javier Solana. También se presentará una iniciativa para establecer una mesa semipermanente en torno a la paz en la región. Sin embargo, no está previsto que los participantes firmen una declaración final.
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