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Desde la debilidad se encuentran muchas dificultades para el entendimiento. Desde la firmeza muy pocas (F. Abril Martorell) |
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Impresiones |
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Un problema de Zapatero, no sólo de Camps |
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Exteriores ha decidido mutilar el informe redactado por la Generalitat Valenciana que debía servir para su defensa ante la UE por el expediente que Bruselas tiene abierto contra su Ley Urbanística. El argumento para hacer valer su papel de interlocutor ante las autoridades europeas y borrar parte de las alegaciones valencianas es el de que, para defenderse, este Ejecutivo inculpa a otras 13 comunidades españolas, asegurando que aplican una legislación similar e incluso más perniciosa. Según Exteriores, afirmar tal cosa supone atentar contra el «principio de lealtad institucional». Pero cabría decir que, al actuar así, contradice la filosofía del Gobierno de dar más voz a las autonomías. Además, esa apelación a la «lealtad institucional» podría exigírsele a la inversa, de forma que respetara las razones de la Generalitat, aunque no sean de su agrado. En realidad todo se reduce a una guerra partidista. A cuatro meses de elecciones, al PSOE le interesa que la UE le saque los colores al PP en Valencia. Lo que pretendía Camps al señalar a otras comunidades -se podrá opinar que de forma acertada o no- era advertir de que estamos ante un problema de España y no de una autonomía en particular, y que como tal, debía afrontarse. Más aún cuando la Ley del Suelo que prepara Zapatero repite el modelo que se afea a Valencia. Normal, porque fue el Gobierno del socialista Lerma el que lo puso en marcha.
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