El georgiano Malchas Tetruashvili, ingresó en prisión como consecuencia de la 'operación Avispa' uno de los trabajos del fiscal David Martínez Madero. Hoy está en libertad. Y, a pesar de que es el propietario de buena parte de los locales de hostelería y de 'souvenirs' de Barcelona, su nombre no trascendió hasta bien entrada la campaña electoral de las elecciones autonómicas del pasado 1 de noviembre.
Los socialistas contraatacaron lo que parecía ser una imbatible campaña electoral de Convergència i Unió con una filtración: el encargado de asuntos económicos de CiU y ex conseller de Treball, Indústria, Turisme i Consum, Antoni Fernández Teixidó tenía al georgiano Tetruashvili entre su clientela en su despacho de asesoría financiera. Era cierto que el trabajo que hacía el despacho de Fernández Teixidó era prácticamente de gestoría y, para colmo, se ocupaba de los negocios legales del georgiano. Pero, lo cierto es que el influyente Teixidó trabajaba para el que Martínez Madero consideraba lugarteniente de Tariel Oninani, uno de los principales capos de todos los clanes georgianos que operan en el mundo y que estaba embarcado en un proyecto para introducir en España una de las petroleras que controla en los países del Este a través de la creación de una red de gasolineras para, posteriormente, ponerlas al servicio del blanqueo de capitales procedentes de sus negocios ilegales.
Como, a pesar del contacto profesional entre Tetruashvili y Fernández Teixidó no había nada reprochable en el comportamiento del político nacionalista, el asunto no tardaría en desinflarse. Pero volvería a la actualidad informativa al conocerse las relaciones del georgiano con un hombre de la Administración que fue primero de la confianza del PP, y no tardaría en ganarse la del PSOE y el PSC: el subdelegado del Gobierno en Barcelona, Eduard Planells. A diferencia de Teixidó, Planells sí había sido objeto de unas diligencias policiales y la Fiscalía Anticorrupción está muy interesada en sus relaciones con el 'hombre de negocios' georgiano sí eran sospechosas. Planells se había interesado especialmente en expedientes de extranjería de personas que Tetruashvili tenía intención de introducir en Barcelona para darles de alta como trabajadores en algunos de sus negocios legales y, en algunas ocasiones, había ordenado que se aceleraran los trámites de alguno de los interesados.
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