Serra, Maragall, Clos y Hereu. Cuatro alcaldes socialistas han gobernado la ciudad de Barcelona durante los últimos 28 años.Las próximas elecciones municipales, que están a la vuelta de la esquina, pues se celebrarán en mayo, podrían cambiar el color de la alcaldía de la capital catalana.
Los partidos ya han puesto en marcha su maquinaria electoral de cara a estos comicios que serán muy reñidos. Alberto Fernández, candidato del PP, presentó ayer su estrategia con la que intentará «dejar atrás al tripartito y al nacionalismo de Xavier Trias (CiU)» a través de cuatro ejes básicos: la seguridad, la inmigración, la vivienda y las personas.
Fernández se muestra convencido de la necesidad de que la seguridad de la ciudad se gestione con «firmeza» y también propone apostar por una inmigración «legal y respetuosa con nuestras costumbres».El candidato popular se propone hacer un discurso «desacomplejado» con el fin último de «recuperar la Barcelona cosmopolita».
Tiene muy claro que no pactará con ninguno de los partidos que componen el actual gobierno municipal, PSC, ERC e ICV-EUiA. Y no descarta llegar a la alcaldía, pues el PP «no renuncia a nada».Fernández recuerda que su partido tiene siete concejales a escasa distancia de CiU, que dispone de nueve ediles.
Uno de los rivales más cercanos del PP -y del PSC- en Barcelona puede ser Ciutadans. El partido no nacionalista también está diseñando su estrategia para las municipales, con la idea de presentarse en unos 50 municipios, entre ellos, las cuatro capitales catalanas y las principales ciudades de las áreas metropolitanas de Barcelona y Tarragona.
Lo que todavía es una incógnita es quién será su candidato para la capital catalana. Aunque son bastantes los intelectuales que apoyan el proyecto de Ciutadans, lo más probable es que el alcaldable para Barcelona sea un desconocido, según explicó ayer a este diario el diputado de esta formación José Domingo.
El partido, que celebrará su conferencia municipal el próximo 10 de febrero, espera poder presentar un candidato de «perfil rompedor» surgido de entre las filas de su militancia.
Y si el PP de Barcelona tiene muy claro que no pactará con el PSC, ERC o ICV, el PSC dará preferencia a los pactos con Esquerra e Iniciativa, no sólo en la capital catalana, sino en toda Cataluña, según explicó ayer el secretario de política municipal de los socialistas catalanes, Celestino Corbacho, quien también es alcalde de L'Hospitalet de Llobregat y presidente de la Diputación de Barcelona.
Corbacho reconoció también ayer que uno de los objetivos del PSC es pasar a controlar las diputaciones de Tarragona -ahora en manos de CiU y PP- y de Girona -donde ERC y CiU forman coalición-, mientras que ve más inalcanzable hacerse con las riendas de la Diputación de Lleida, informa Efe.
En cualquier caso, Corbacho prevé que la legislatura 2007-2011 «continúe siendo una legislatura de coaliciones» y que las mayorías absolutas vayan siendo cada vez más infrecuentes.
El PSC presentará 700 listas electorales con, al menos, 90 nuevas candidaturas, sobre todo en las comarcas de Osona, Bages, Berguedà y de las provincias de Tarragona, Lleida y Girona, con las que cubriría ya el 98% de la población catalana.