DKV JOVENTUT 98
MACCABI 92
OLIMPIC DE BADALONA. LLENO.
Bennett (15) Archibald (13) Barton (13) Laviña (7) Gaines (14) Huertas (3) Rudy F. (21) Vázquez (6) Flis (2) Betts (4)
Bynum (9) Vujcic (20) Arnold (7) Jasaitis (24) Halperin (2) Sharp (16) Eliyahu (12) Burstein (-) s.c.Green (2)
Arbitros: Pitsilkas (GRE), Mouzakis (GRE) y Chambon (FRA)
Eliminados: Archibald.
BARCELONA.- El Joventut y el Maccabi regalaron ayer en Badalona un partido vibrante, lleno de emoción y electricidad en el que la Penya, tirando de épica, fue capaz de tutear y fulminar en los últimos instantes a un conjunto que tiene todavía recursos suficientes como para revalidar su cetro europeo. Los verdinegros, mientras, ya pueden considerarse a todas luces dentro del Top 16.
Los dos dejaron bien claras sus credenciales para meterse en la próxima Final Four, a pesar de la férrea, casi tiránica, superioridad del Panathinaikos en un grupo que ambos comparten con la Cibona o un Unicaja ya prácticamente defenestrado. Los griegos, en otra muestra de insultante solvencia, vencieron al Lottomatica de Roma por 69-79.
El de Badalona fue un partido de película, con final feliz para los de casa, digno de tener un lugar destacado en cualquier videoteca de todo aficionado que se precie. El acierto de verdinegros e israelíes en el tiro exterior propiciaba parciales más que abultados en la primera mitad del partido tras la que, a pesar de marcharse con seis puntos de ventaja en el luminoso, el Maccabi no podía estar tranquilo. Había empezado Aíto el partido sin Rudy Fernández, su jugador franquicia y una de las más grandes, sino la más, estrellas que tiene este año el Joventut. Había sido duda por lesión, pero su presencia sobre el parqué sería a la postre decisiva para que la Penya le fundiera los plomos al Maccabi en los segundos finales.
Porque ésa es la virtud y la maldición del baloncesto. Sólo unos segundos o unas décimas son suficientes para tocar la gloria o para tirar el trabajo de todo un partido por la borda. Los 42 últimos segundos del encuentro así lo acabaron atestiguando.Mucho antes, Maccabi intentó escaparse en el marcador en los albores del tercer cuarto. Lo logró, parcialmente, con una diferencia favorable de diez puntos casi siempre psicológica. Casi siempre.Ayer no.
El Joventut, con tesón propio de hormiguita y ambición de campeón, se las arregló para mantenerse más o menos con vida hasta el final. Ya en el último cuarto, el 78-85 parecía dejar la victoria en franquicia para un Maccabi que tuvo en el veteranísimo Sharp, el intratable Jasaitis (máximo anotador, con 24 puntos) y Vujcic sus grandes baluartes. Pero no. Ayer no. Rudy empató el encuentro (91-91) a 42 segundos del final. Archibald rozó la tragedia con una falta a Vujcic que pudo ser un dos más uno definitivo. Pero los hados jugaban a favor de la Penya. Bennett no quería especular y Rudy, con siete puntos en los instantes finales, remachó la victoria.