LONDRES. - Un equipo de médicos británicos se está preparando para empezar a realizar ensayos con una estrategia radicalmente nueva frente al cáncer. Su idea es destruir los tumores tras infectarlos con virus similares a los del resfriado común.
En caso de tener éxito, la terapia con virus podría convertirse en el tercer pilar, junto con la radioterapia y la quimioterapia, del arsenal terapéutico habitual contra el cáncer, evitando además algunos de sus peores efectos secundarios.
Leonard Seymour, un profesor de terapia genética en la Universidad de Oxford que ha estado trabajando en los tratamientos con virus junto con colegas en Londres y EEUU, será el encargado de dirigir estos ensayos este mismo año. Los investigadores de Cancer Research UK (Instituto de investigación del Cáncer en el Reino Unido) declararon estar muy ilusionados con las posibilidades de las pioneras técnicas del profesor Seymour.
Este científico, uno de los genetistas más prestigiosos del Reino Unido, ha estado trabajando con virus que eliminan directamente las células cancerosas, y que además no dañan el tejido sano. «En principio, hemos coseguido algo que podría ser muchísimo más eficaz que la quimioterapia estándar», aseguró.
Los virus que matan el cáncer sacan partido del hecho de que las células cancerosas suprimen el sistema inmune local del organismo. «Si un cáncer no hace eso, el sistema inmune se deshace de él», explica Seymour. «Cuando logramos introducir virus en un tumor, estos patógenos encuentran un lugar ideal para sobrevivir, porque no hay ningún sistema inmune que detenga su replicación. Podemos decir que ahí se encuentra el talón de Aquiles de un tumor cancerígeno».
De hecho, basta introducir una pequeña cantidad del virus en el tumor. «Los virus se multiplican, conseguimos un millón de copias en cada célula, las explosionan, infectan las células tumorales adyacentes y repiten el proceso», dijo el investigador.
La investigación preliminar en ratones demuestra que los virus trabajan bien en los tumores resistentes a las drogas convencionales usadas contra el cáncer. «El hecho de que puedan obtener una ventaja para matar tumores resistentes a la quimioterapia es una posibilidad interesante, que podría ser absolutamente diferente de cualquier cosa de las que disponemos en la actualidad».
Los investigadores saben desde hace tiempo que los virus pueden destruir las células tumorales y algunos aspectos de este trabajo se han publicado ya en revistas médicas. Los científicos estadounidenses ya habían inyectado antes virus directamente en tumores, pero esta técnica no funciona si el cáncer es inaccesible o se ha dispersado por el organismo. La solución innovadora del profesor Seymour es la de ocultar el virus al sistema inmune del organismo, lo cual permite de forma eficaz que el virus haga lo que hacen las drogas de la quimioterapia: diseminarse con la sangre y alcanzar los tumores en cualquier lugar del cuerpo.
La gran dificultad siempre ha sido encontrar una forma de hacer llegar los virus a los tumores a través de la circulación sanguínea sin que el sistema inmune del organismo los destruya por el camino. «Lo que hemos conseguido es realizar unas modificaciones químicas en el virus, algo parecido a poner una capa de polímero alrededor de él: cuando lo inyectamos, es un virus sigiloso», comentó.
Una vez que el virus sigiloso infecta un tumor, se reproduce, pero sus copias no presentan las modificaciones químicas de su predecesor. Si se escapan del tumor, las copias serán reconocidas y absorbidas rápidamente por el sistema inmune del organismo.