Así lo reconoció ayer el director de la institución bilbaína, Juan Ignacio Vidarte, que relacionó el éxito en la taquilla del Guggenheim con la tregua decretada por la banda terrorista ETA y rota el pasado 30 de diciembre con el atentado del Aeropuerto de Barajas.

«Consideramos que hemos tocado techo y a partir de ahora nuestros esfuerzos se centrarán en mantener los buenos resultados», valoró ayer Vidarte. «Sin embargo no sería extraño descender ligeramente, ya que este año hemos tenido unas condiciones objetivas muy buenas», reconoció.

Esas condiciones permitieron superar los resultados de 2005 en un 4,7% y mejorar en un 14% las previsiones más optimistas de los responsables del museo. El mes de agosto, por ejemplo, fue histórico para el museo bilbaíno, que recibió a 176.000 visitantes. «Probablemente. la vuelta a la violencia se dejará notar, pero será difícil de cuantificar. También hay otros motivos para explicar estas cifras, como el estado de la economía y la buena acogida de las exposiciones de este año».

Entre las muestras temporales con mayor número de visitantes se encuentra ¡Rusia!, un recorrido por el arte ruso desde el siglo XIII hasta la actualidad que ya es la tercera más visitada en la historia del museo desde su inauguración en 1997. La exposición dedicada a Max Beckmann también batió récords: fue la que más personas acogió por día. Junto a ellas, Homenaje a Chillida y 100% Africa, todavía abierta al público, superaron el hito de las 200.000 visitas.

La elevada afluencia de público del pasado año no ha supuesto cambios significativos en el perfil del visitante del museo bilbaíno, que sigue siendo fundamentalmente extranjero (60%) con predominio de orígenes como Francia (16%), Reino Unido, Alemania e Italia (7%) y Estados Unidos (6%). Además, el 72% de los visitantes del museo afirmaron haberse acercado a Bilbao expresamente para disfrutar de sus exposiciones.