Según fuentes consultadas, ahora queda por hacer lo más difícil: elaborar la lista completa de los pasajeros perjudicados, tarea encomendada a la Defensoría del Pueblo. Camilo Restrepo, delegado de la Defensoría, subraya: «Hay que confirmar que, en efecto, cada viajero es una víctima. No podemos permitir que nadie se aproveche de la situación, para lo que pedimos a todos los que quieran viajar que rellenen un formulario con sus datos y que presenten una fotocopia del pasaporte y del billete que compraron en Air Madrid».

Es el trámite que, por ejemplo, está siguiendo Esperanza Jurado, que ha acudido durante toda esta semana a la Defensoría con una enorme pancarta en mano. El lema: «Nuestros hijos deberían estar estudiando ya». A su alrededor, centenares de compatriotas coreaban en masa: «Queremos viajar» y «¿Dónde está el millón de dólares prometido por Palacio?». Incluso han acudido a las dependencias con cacerolas, emulando a los argentinos en pleno corralito.

Pero la solución sigue sin llegar. «Primero nos dijeron que saldríamos el 5 de enero, luego que el fin de semana pasado, luego que esta semana... Y ahora ya no saben cuándo», denunciaba ayer, entre gritos, Fernando Benavides, un discapacitado que se ha erigido en portavoz de las víctimas de Air Madrid.

En su opinión, el Gobierno no está haciendo todo lo que debiera. Cree que se está tomando tiempo para que «otros solucionen» el problema, en referencia a la aerolínea alemana LTU. «Están esperando a que esta empresa compre Air Madrid y nos repatríe, pero, ¿quién sabe cuándo será eso?», subraya.