Según los acuerdos entre Scottish Power e Iberdrola presentados ante la Comisión Federal Regulatoria de Energía de EEUU -Ferc-, el grupo británico tendrá que pagar 50 millones de libras esterlinas (75 millones de euros) a Iberdrola si deshace la alianza. Y a la inversa.

Pero los británicos no pagarán esa indemnización «si Gas Natural adquiere el control de Endesa o tiene altas probabilidades de conseguirlo; e Iberdrola se ve obligada a cumplir su compromiso de adquisición de ciertos activos del grupo resultante o es altamente probable que lo haga».

Se refieren al acuerdo alcanzado en agosto de 2005 entre Gas Natural e Iberdrola por el cual, si la gasista lograba que su OPA hostil sobre Endesa llegaba a buen puerto, vendería activos de la eléctrica de Manuel Pizarro a Iberdrola por 8.000 millones de euros.

El escenario actual hace «altamente improbable», según fuentes de Iberdrola, que Gas Natural termine ganando a E.ON la puja por Endesa, por lo que la disposición prevista en el documento presentado en EEUU -de 162 páginas- no tendrá efecto, pronostican.

En Iberdrola también aclararon que su compromiso de no invertir más de 3.000 millones de euros en ninguna operación hasta que absorba Scottish Power se refiere a operaciones no firmadas con anterioridad, «por lo que no afectaría a lo pactado con Gas Natural». Scottish Power ha querido asegurarse de que Iberdrola no se lanza a aventuras en estos meses que puedan hacer caer el valor de sus acciones y, por tanto, de la fusión.

Galán ha asegurado que Iberdrola «cumple sus compromisos» y, aunque está volcado en la compra de Scottish Power, si Gas Natural terminara haciéndose con Endesa, él honraría lo pactado.