F. G.
MADRID.-
Por segunda vez en 15 días, Zapatero ha cometido en público el error de calificar como «accidente» un atentado de ETA.
La primera fue el día 29 de diciembre, el día antes del atentado de Barajas, en una rueda de prensa en La Moncloa, y ayer lo hizo a puerta cerrada en la apertura de la III Conferencia de Presidentes, ante los jefes de los gobiernos autonómicos.
«Hace muy pocos días hemos tenido un trágico accidente, un trágico atentado terrorista en Barajas en la Comunidad de Madrid», dijo ayer ante la sorpresa de todos.
Tanta sorpresa hubo que, pocos minutos después, pidió la palabra el presidente de Murcia, Ramón Luis Valcárcel, y dijo: «Es doloroso escuchar lo de que aquello fue un accidente. Aquello no fue un accidente, sino un atentado terrorista, que yo he tenido accidentes y no tienen nada que ver con lo que pasó el otro día». Zapatero tomó la palabra para preguntar: «¿Alguna intervención más?». Ni rectificó ni contestó al presidente de Murcia, e hizo como si no hubiera escuchado nada. El presidente terminó su turno con otra frase enigmática sobre el atentado y la política antiterrorista: «Y tendremos que ponernos siquiera de acuerdo en el análisis de lo que ha pasado». Luego, todos los portavoces de La Moncloa y del PSOE, y él mismo ante los periodistas al clausurar la Conferencia, se apresuraron a asegurar que se trataba sólo de un error.
Zapatero dijo en rueda de prensa estar sorprendido por el revuelo provocado por su error, habló de «lapsus lingüe», explicó que «cualquier responsable político habla muchas horas» y por eso comete errores, y pidió «lealtad», «buena fe», «saber estar» y «ser un caballero» para no utilizar políticamente sus palabras.
También recordó que en los últimos días ha empleado expresiones como «vil y cruel atentado».
El presidente de Andalucía, Manuel Chaves, no negó lo dicho por Zapatero, aunque lo calificó de «lapsus inmediatamente corregido». No obstante, aseguró que «es una indecencia acusar al presidente del Gobierno de España de identificar el atentado con un accidente, impropia de presidentes autonómicos».
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