Jiménez, abrumada por el acoso de periódicos, radios y televisiones de todo el país, explicó que el desnudo es «algo natural, de lo que no hay que avergonzarse», y que «forma parte de su filosofía de vida».

La concejal, de 35 años de edad e ingeniero agrónomo de profesión, señaló que, además de sorpresa, el revuelo originado por su desnudo le había producido «risa».

«Es para tomárselo a risa, porque no acabo de entender por qué se ha montado todo esto», reiteró.

Según recordó, cuando alguien de Lepe Urbana le animó a desnudarse para la revista no sabía que se trataba de un concurso, aunque, con todo, aceptó. La edil quiso dejar bien claro que esta decisión se enmarca estrictamente dentro de lo personal y que no tiene que ver nada con su labor en la política local.

El desnudo de la concejal provocó ayer un rosario de reacciones en la localidad y fuera de ella. Así, el alcalde, el popular Manuel Andrés González, quiso también dejar claro que el desnudo se trataba de una decisión personal de la edil y que, por tanto, no opina sobre ello. Aun así, reconoció que las fotos eran «artísticas» y habían servido para resaltar la «belleza» de la concejala.

Por su lado, la secretaria local del PSOE, María Bella Martín, respaldó la decisión de la concejal popular, que conocía de antemano, pues las fotos son «bonitas, bien hechas y con mucho gusto», y en cualquier caso es algo que depende de «la libertad de cada persona».

El secretario local del Partido Andalucista, Manuel Jesús González, también apoyó esta «iniciativa, que hay que aplaudir». «Si le apetece, me parece fantástico porque está guapísima, las fotos son fantásticas y ella ha salido perfecta», añadió.

Su compañero de partido y primer teniente de alcalde, José Manuel Jurado, se refirió a este asunto en similares términos. «La libertad de una persona es algo sagrado y, por tanto, merece todo mi respeto», dijo.

Mientras tanto, las calles de Lepe registraron ayer un continuo ir y venir de reporteros y cámaras de televisión de casi todas las cadenas nacionales en busca de la concejal, que decidió «encerrarse» primero en su lugar de trabajo y después en su casa para evitar esta presión mediática.