ISABEL LONGHI-BRACAGLIA
Villaverde es a la educación como un amplificador a lo bestia de los problemas que crecen en las aulas de la capital. El absentismo, la violencia, el fracaso escolar, el deterioro de los centros... Todo encuentra nombre propio allí donde ayer el PSOE localizó «la zona cero de la enseñanza madrileña», allí donde se desplazaron, precisamente por eso, sus candidatos a presidente de la Comunidad y a alcalde de Madrid, Rafael Simancas y Miguel Sebastián.
Políticos entre los pupitres del colegio público Gómez de la Serna, en el barrio de San Cristóbal, para reclamar el voto de papás y mamás, porque el auditorio, al margen de los medios de comunicación, no superaba los cinco años. Es tiempo de precampaña y, aunque a ninguno de los dos se les escapó comentario electoral alguno delante de los pequeñajos, sí aprovecharon para escenificar una crítica a la gestión del PP en una materia que ambos consideran «esencial para garantizar justicia social y equidad en las oportunidades de futuro».
Reproches y promesas, los suyos, con vistas al Gobierno que aspiran a alcanzar. Como «una inversión de un millón de euros por cada uno de los 118 centros educativos que precisan obras urgentes de mejora por su mal estado». Como la creación de un Consorcio de Educación que coordine las actuaciones de la Comunidad y el Ayuntamiento. Como el aumento de agentes tutores para reducir el absentismo. Como agendas electrónicas para que los profesores alerten a los padres con sms. O como la creación de una brigada específica de Policía Municipal con 100 agentes destinados a evitar las causas de la violencia en las aulas, localizadas en el entorno de los centros educativos, donde también preocupa el menudeo de droga.
Las asociaciones de padres de alumnos les trasladaron sus problemas en una reunión previa y los dos candidatos tomaron apuntes. Simancas incluso tiró de chuleta al hacer sus declaraciones. Y Sebastián, quizá por su pasado de profesor, decidió someter a examen un caso práctico. «Una madre ha protestado porque el Ayuntamiento no le informa de cuándo van a terminar las obras del colegio Sagunto y delante de ella hemos llamado para intentar averiguarlo. Tenía razón: de Educación nos han derivado a Urbanismo y después de dar muchas vueltas nadie nos ha respondido más que con un vuelva usted mañana».
La anécdota sirvió de ejemplo de «la desidia municipal» y de percha para abordar otras muestras de la actitud reprochada al equipo de Gobierno de Alberto Ruiz-Gallardón. «El sureste de la capital tiene la mayor tasa de absentismo escolar», subrayó Sebastián. «Desde el inicio de la legislatura se ha producido un incremento del 61%. Y frente a eso, el Ayuntamiento únicamente cuenta con 200 agentes tutores y 37 educadores, todo insuficiente para los 650 colegios e institutos que existen en Madrid».
«Éste es el municipio de la Comunidad con mayor índice de fracaso escolar, el 32%», agregó Simancas. «Pero el porcentaje baja al 15% si se paga un centro concertado y al 8% si el centro es privado. Nosotros no consentiremos que las oportunidades de futuro dependan del tamaño de la cartera de los padres».
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