Las celdas que Esperanza Aguirre quiere transformar en quirófanos y camas de hospital se llenan de pupitres y pizarras en la mente del candidato del PSOE a la presidencia de la Comunidad, Rafael Simancas. Porque si el próximo 27 de mayo las urnas le dan la victoria, él no mantendría la promesa electoral de la actual presidenta regional, no haría un hospital en la cárcel de Carabanchel. No, él aboga por levantar en el mismo lugar una universidad.
Se opone, sí, a la creación de un nuevo centro hospitalario. Y puede parecer increíble que ante las evidentes necesidades sanitarias haya quien rechace el incremento de camas en la capital, pero el candidato analiza la propuesta y pone sobre la mesa su principal argumento para discrepar: «El de la cárcel de Carabanchel sería hospital de referencia para Latina y el mismo distrito de Carabanchel, que estaría bien si no fuera porque la Comunidad ya firmó un acuerdo con Defensa para convertir en hospital de referencia de los mismos distritos el Gómez Ulla».
«La propuesta es contradictoria con aquel proyecto que tenía el Gobierno regional respecto al Gómez Ulla y Esperanza Aguirre debería explicar por qué renuncia ahora a esa iniciativa», apuntaba ayer Simancas durante una visita a Villaverde. «El Gómez Ulla tiene capacidad para 1.100 camas y no tiene sentido renunciar a él».
Pocas dudas más le restan al aspirante a suceder en el cargo a la misma Aguirre. Más allá de las razones de la presidenta regional, el candidato socialista a la Comunidad sí tiene clara su apuesta: «Si yo soy presidente de la Comunidad de Madrid, trabajaré para que el Hospital Gómez Ulla se convierta definitivamente en el hospital de referencia para Latina y Carabanchel, en un hospital importante, con una dimensión significativa y una buena cartera de servicios».
¿Y en el lugar que ocupa la antigua cárcel? Lo dicho, «una universidad sería un buen proyecto y respondería a las demandas de los vecinos, que reclaman dotaciones para mejorar su calidad de vida y su bienestar».
Otro destino para ese suelo, contando con que los vecinos de Latina y Carabanchel estarían cubiertos sanitariamente por el Gómez Ulla, sería, a juicio de Simancas, «desperdiciar el suelo de la cárcel de Carabanchel y eso no lo vamos a hacer».
Reflexionaba Simancas con el candidato del PSOE a alcalde de Madrid al lado y tampoco Miguel Sebastián ofrecía ayer su apoyo a la transformación de las celdas ideada por Aguirre. «No hay que hacer mucho caso a las promesas de Esperanza Aguirre y Alberto Ruiz-Gallardón. Han tenido cuatro años para hacer muchas cosas que no han hecho, para cumplir promesas que han incumplido», subrayaba, «y ahora lo que tienen que hacer es rendir cuentas de lo que han hecho y preparar las cajas».
También llegaban críticas ayer a Esperanza Aguirre desde Izquierda Unida. Su candidato a la presidencia regional, Gregorio Gordo, tachaba la propuesta de convertir la cárcel de Carabanchel en un hospital de «puro electoralismo», informa Europa Press.
Gordo recuerda que su formación «lleva años» reclamando, junto al movimiento vecinal de Latina y Carabanchel, el uso civil del Hospital Gómez Ulla, que ha sido motivo de varias campañas de recogida de firmas. Pese a ello, apunta Gordo, «el Gobierno de la Comunidad de Madrid ha hecho caso omiso en todo momento».
«Aguirre se burla de la salud de los madrileños, lo vimos con su compromiso sobre las listas de espera y lo vemos ahora, trivializa con una demanda muy sentida por los vecinos de los distritos de Latina y Carabanchel», destaca el candidato de la coalición.
En su opinión, la política sanitaria que está desarrollando el Gobierno de Aguirre se caracteriza por «la agresión al sistema sanitario público con permanentes medidas privatizadoras, los presupuestos insuficientes, la falta de planificación sanitaria, las infraestructuras hospitalarias escasas, la atención primaria incompleta, los órganos de participación inoperantes y la legislación inapropiada».
Y a todo ello añade el candidato de IU «la falta de solución en antiguas y nuevas demandas», entre las que cita las áreas de salud mental, la coordinación sociosanitaria, los servicios geriátricos, las urgencias y emergencias y el transporte sanitario.
De igual modo, Gordo insiste en que la Comunidad de Madrid se sitúa en penúltimo lugar en gasto sanitario per cápita, a pesar de tener «el Producto Interior Bruto (PIB) per cápita mayor del Estado». Según sus datos, Madrid destina a sanidad el 3,2% de su PIB, frente al 5,06% de la media o el 7,81% de Extremadura. «Sobre estas cuestiones», ironiza al evaluar el proyecto del PP con la antigua cárcel, «esperamos que también se pronuncie la candidata popular».