Ayer la inspección educativa se acercó al centro para comprobar la situación. En un primer informe, según explicó la Consejería de Educación, se señala «que no se produce ninguna de las circunstancias que recogía la nota del Observatorio para la Libertad Religiosa y de Conciencia». Asegura la inspección que «el instituto ofrece y da la asignatura de Religión a los alumnos, conforme a la ley, y que las clases se dan en aulas aptas». En la tarde de ayer, el profesor se reunió con la inspección.

Otaño daba más argumentos a lo que considera es una «injusticia»: «No hemos recibido ninguna queja de padres. Además, tenemos un departamento nuevo de Religión desde el verano, que comparte con Filosofía. Al igual que Matemáticas comparte con Economía, es decir, es algo habitual». Afirma la directora que fue ella la que quiso que existiera el departamento de Religión. «Si tanto interés tengo en prohibir la Religión, ¿por qué permití al sindicato al que pertenece este profesor dar un curso de relajación en el centro?».

No tiene ni idea de por qué ha lanzado «estas falsas acusaciones»: «Quizá no está de acuerdo con los horarios». Tiene 16 horas semanales. «Y se respetan sus horas». Puntualiza la directora que Jesús Parra, actual asesor de la ministra de Educación, «nunca ha sido director del centro», tal y como afirmaba en el comunicado el Observatorio para la Libertad Religiosa y de Conciencia.

Desde la Asociación de Padres y Madres de Alumnos (AMPA) del centro también mostraban ayer su sorpresa. «No hemos observado ninguna discriminación ni creemos que se coarte la libertad de este profesor», comentaba Eugenia Gómez, la presidenta. Asegura que no han recibido quejas de padres porque sus hijos no puedan dar Religión. «En el sobre de matrícula, existe la posibilidad de elegir esta asignatura o no. Y los padres deciden lo que consideran oportuno».

Queja de los horarios

Con los horarios de las clases delante, decía no entender la queja de los horarios del docente de Religión -en el comunicado del Observatorio se tachan de «inhumanos e imposibles de cumplir»-. «Da clase en 1º y 2º de la ESO. Los martes, por ejemplo, da clase a primera y segunda hora; los miércoles después del recreo... Son horas que le han tocado a él como le podían haber tocado a otro profesor».

La queja de que tenía que impartir sus clases en el baño o en la sala de fumadores, también la desmontan. «La sala de fumadores, que como tal ya no existe, está ocupada ahora por el AMPA. Sobre los baños, si fuera así, y los chavales estuvieran recibiendo clase en ellos, ya habrían venido los padres a pedir explicaciones».

Desde la Consejería insistían ayer en que no tenían constancia de ninguna denuncia formal por parte del profesor de Religión del IES Carlos III. «El informe de la inspección se ampliará ahora, dado que habrá que comprobar las acusaciones de acoso».

El Observatorio para la Libertad Religiosa y de Conciencia, que el pasado miércoles lanzó un comunicado haciéndose eco de la «denuncia de un profesor de Religión del IES San Carlos de San Blas», afirmaba ayer que «era un caso extraño que nos llegó de primera mano», en palabras de su portavoz, Fernando Pérez. El profesor que lanzó las acusaciones se reunió ayer con la inspección, pero no quiso hacer ninguna declaración. Tampoco el Observatorio quiso precisar si el docente había puesto una denuncia formal en el juzgado. «Eso lo dejamos en manos de su sindicato». De no ajustarse las acusaciones del profesor a la realidad, «ya veremos las medidas que adoptamos».

Sobre la actuación de la Consejería de Educación, buenas palabras. «Han tomado medidas de manera muy rápida; la inspección ha ido enseguida». Cuando tengan conocimiento del informe definitivo de la inspección, el Observatorio, que está en marcha desde septiembre, emitirá un comunicado haciendo su valoración. Dicen no tener financiación -«sobrevivimos por nuestra cuenta y riesgo»- y no depender de nadie. En el organismo trabajan siete personas y cuenta con 40 colaboradores