PEDRO VILLORA
Mal que nos pese, Carmen no es una creación española, sino francesa, además de un personaje que responde a una idea romántica sobrecargada de prejuicios exóticos, colorista y excesiva. Ramón Oller se ha acercado a este mito que es, al mismo tiempo, extranjero y propio, y ha creado una Carmen que no sólo nace de la imaginada por Prosper Merimée. También bebe de la genial versión operística de George Bizet: «La idea viene del cuento, lo que pasa es que buena parte de la música es de Bizet y mezclo las dos historias. Por ejemplo, usamos el personaje de Micaela, que no existe en Merimée pero sí en Bizet».
El fundador de la compañía Metros es uno de los coreógrafos más reconocidos y premiados de España, además de profesor del Instituto del Teatro, que viene a ser el equivalente de la Real Escuela Superior de Arte Dramático en Barcelona. En palabras de Oller, «Carmen es la creación de dos personas que se introducen en una cultura que no es la suya. Tal vez por eso tiene ese tópico típico que ellos ponen como primordial y del que yo he intentado deshacerme. Aunque sea la de Bizet, esta Carmen es muy española, nada afrancesada, y está dentro del mundo de la danza contemporánea fusionado con el flamenco, como ha sido todo mi trabajo hasta ahora». Por cierto que, además de Bizet, el otro gran aporte musical procede de Martirio, intérprete de las canciones.
La de Oller es «una Carmen muy felina, como una gata por los tejados. En Merimée es una niña de 17 años, pero aquí es una mujer que lucha por un amor que es su ideal, y que prefiere morir antes que renunciar a él. A veces utiliza las armas fatales, pero eso forma parte de su lucha por la libertad».
Frente a la fuerza femenina, «José es un pobre desgraciado que va de un lado para otro y que lo echa todo a perder cuando se enamora locamente de Carmen. Luego hay otros hombres que refuerzan la parte masculina y de deseo, junto a unas cigarreras que lo que quieren es pasarlo bien y gozar en plena libertad», comenta por último.
Carmen
. Hasta el 21 de enero, en el Teatro de Madrid (Avenida de la Ilustración, s/n)
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