Filomena Marturano es una mujer fuerte, inteligente, algo manipuladora, decidida, arrogante y valiente. Concha Velasco comparte muchas de esas cualidades, y aunque el tema no es el mismo, lo vino a confirmar ayer en rueda de prensa con estas palabras: «Para poder con esta Conchita que trabaja desde los 12 años hace falta mucho más que eso». «Eso» es el desmedido interés de la prensa por su vida privada, y la verborrea malintencionada de algún personaje televisivo, desahogado recientemente a fuerza de vomitonas sobre la Velasco en un programa nocturno. Ayer, la convocatoria con la prensa era para hablar de Filomena Marturano, obra de teatro universal con la que la actriz recala en La Latina a partir de esta noche. Un auténtico tesoro en la carrera de grandes actrices, que la Velasco estrenó en 1979 y que afronta ahora desde la madurez pero con el mismo equipo de entonces. Pero de las dos preguntas que se le pudieron hacer, una fue sobre su vida privada. «Por favor, no nos carguemos un estreno como éste por culpa de un advenedizo».

Porque a todo esto, el teatro.

Tras una larga gira por la geografía española de cerca de un año, se estrena en el teatro de Lina Morgan (algo defraudada con la mala pata de Isabel Pantoja, que tuvo que suspender sus conciertos allí por un esguince) esta producción de Juanjo Seoane. Junto a la Velasco, el actor argentino Héctor Colomé asume el papel de Domenico Soriano. Además, completan el elenco 11 actores entre los que se encuentran Daniel Huarte (conocido por su participación en Al salir de clase y su carrera musical), la veterana Selica Torcal, o Lucio Romero (protagonista reciente de El camino de los ingleses, la película de Antonio Banderas).

El recientemente fallecido Carlo Ponti escogió este mismo texto para el lucimiento de su esposa, Sofía Loren, quien dirigida por Vittorio de Sica y acompañada por Marcello Mastroianni firmó la memorable película Matrimonio a la italiana. La obra, escrita por Eduardo de Filippo, cuenta la historia de una ex prostituta mantenida por Domenico quien, después de 25 años de relación, decide casarse con una chica joven. Pero no cuenta con que Filomena decida rebelarse y reivindicar el derecho de sus hijos a tener una familia.

El director de la obra, Angel Fernández Montesinos, recordó los orígenes polémicos de Filomena Marturano. «Su estreno, en 1947, creó tal revuelo social y teatral que hasta el Papa solicitó verla. El elenco se trasladó al Vaticano para representarla y desde entonces se ha convertido en piedra de toque de todas las grandes actrices del mundo». Montesinos calificó de «reliquia teatral» esta tragicomedia, una muestra de «teatro teatro» de las que «ya no quedan».

La obra permanecerá en cartel dependiendo de la acogida del público. «Ojalá que La Latina se venga abajo», expresó Concha Velasco, «no sólo por mi vanidad profesional, sino también porque Lina Morgan se merece que el teatro vuelva a estar lleno».

«Después de años de ser una empresa con Paco Marsó, fue una bendición de Dios que apareciera Juanjo Seoane», reconoció la artista vallisoletana. A pesar de haber afrontado el mismo personaje hace 28 años, la diferencia no es sustancial en el montaje. «Los actores no tenemos edad», apuntó Velasco, quien recordó los años en que las actrices tenían un repertorio fijo que iban interpretando a lo largo de los años.

Filomena Marturano.

En el Teatro de La Latina (Plaza de la Cebada, 2).