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| Los terroristas intentan modificar nuestro comportamiento provocando miedo, incertidumbre y división en la sociedad (Patrick J. Kennedy) |
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| Impresiones |
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| Inspector y agente de Air Madrid, a la vez |
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El escándalo del cierre de Air Madrid puso al descubierto una serie de deficiencias en la inspección de la actividad de la aerolínea y sospechas de trato de favor, por las que en estas páginas defendimos la creación de una comisión de investigación parlamentaria. La información que hoy publicamos es lo suficientemente grave como para reiterar esa petición. El Jefe de Seguridad en Vuelo de la delegación de Barajas de Aviación Civil viajó a Nicaragua el 19 de marzo del año pasado nada menos que en calidad de directivo y representante del presidente de Air Madrid, José Luis Carrillo. El funcionario Angel Pazos era el responsable directo de inspeccionar los aviones de la aerolínea, que canceló sus operaciones en diciembre, pero, por lo que parece, estaba más ocupado ejerciendo como agente de la compañía en busca de nuevas rutas y mercados que en vigilar el adecuado funcionamiento de Air Madrid, que ya por entonces estaba dando mucho que hablar. El inspector de Fomento disfruta de una excedencia desde septiembre, que fue precedida de una baja por enfermedad. Se da la casualidad de que el control de Air Madrid por parte de Fomento se endureció inmediatamente después de que Pazos se tomara la baja. El comportamiento de este inspector, a quien el Ministerio tendría que abrir un expediente, si es que aún no lo ha hecho, viene a sumarse a la relación sentimental que mantienen la subdirectora de explotación de transporte aéreo de Aviación Civil, María Eugenia Llorens, y el gerente de Air Madrid, Pablo Morera. ¿A qué espera Magdalena Alvarez para actuar?
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