Sr. Director:

La insistencia de Zapatero en considerar «accidentes» la colocación de centenares de kilos de explosivos en lugares públicos que provocan víctimas mortales le inhabilita para enfrentarse a un problema como el del terrorismo.

Es ya más que obvia su muy decidida negativa a luchar contra el terrorismo y su solemne ordenación como agradador de los asesinos a los que intenta disculpar sus crímenes con tan canalla denominación.

Juan Carlos Antón Nárdiz. Madrid.

La manifestación del sábado, ¿qué persigue?

Sr. Director:

Paz es una hermosa palabra, ante cuyo significado ninguna persona de bien puede permanecer impasible. Pero cuando su acepción ha sido profundamente desvirtuada para lograr una finalidad política, la ética y la cautela nos obligan a discernir. En el contexto político que dimana del Gobierno, su presidente y sus socios separatistas, la palabra paz ha sido pervertida, porque coyunturalmente está asociada al diálogo y negociación con ETA.

De ahí que sea legítimo y coherente no acudir a la manifestación convocada por quienes se empecinan en seguir negociando con el chantaje y el terror. Invocar tan sesgadamente esta bella palabra, de hondo y anhelado significado, para conseguir réditos políticos, destroza todo su significado y la convierte en trampa para captar manifestantes y adeptos al deplorable proceso de paz.

Juan Antonio Pérez. Correo electrónico.

El 'diálogo' entre Zaparero y Rajoy

Sr. Director:

No soy del PP ni siento especial simpatía por este partido, pero me repatean los atentados contra el sentido común. Cada encuentro entre el presidente Zapatero y Mariano Rajoy acaba con la acusación, por parte de ministros y políticos socialistas, de que los populares no aceptan el diálogo y de que están en contra de la paz.

Vamos a ver; se dialoga para buscar puntos de encuentro o algún tipo de acuerdo; y ello presupone que una parte no intente imponer sus puntos de vista sin aceptar algo de los del contrario. ¿Es esto lo que ocurre? Si es así, quien no sabe dialogar es el Gobierno del PSOE, partido contra el que no tengo nada, aunque tampoco me caiga simpático.

Freddy G. Bru. Girona

El ministro y el consejero, homólogos

Sr. Director:

Me animo a escribir esta breve carta una vez superado el shock que me produjo el otro día el Telediario de las tres de la tarde de TVE. En la información acerca de la reunión del ministro del Interior, Rubalcaba, con el consejero de Interior catalán, Saura, se ha deslizado un subtítulo sorprendente, pero a la vez muy clarificante: «Reunión del ministro del Interior con su homólogo catalán». Eso, un ministro del Gobierno y un consejero de un Gobierno regional son homólogos. Estupendo.

Iván Rodríguez. Correo electrónico

La desprotección en la banca telefónica

Sr. Director:

Soy cliente de una entidad que realiza sus operaciones por internet y por teléfono, lo que habitualmente se conoce por banca telefónica.

Con motivo de una discrepancia con mi entidad, inicié una reclamación ante su servicio de atención al cliente. No obtuve satisfacción a mi demanda y como la creía legítima inicié un expediente al Servicio de Reclamaciones del Banco de España. Pues bien, el Servicio de Reclamaciones del Banco de España me deniega el derecho a su amparo porque no he hecho por escrito esa reclamación ante mi entidad bancaria. Claro que tampoco he realizado por escrito una infinidad de operaciones (compra-venta de acciones, contratación de depósitos, de fondos de inversión, transferencias, etc.), y el Banco de España nunca ha considerado que eso fuera un problema para el usuario del sistema financiero.

Entonces, si la normativa del Banco de España deja que se opere telefónicamente sin la menor pega, ¿por qué no es capaz de admitir que las reclamaciones ante la entidad financiera se sustancien por teléfono también, máxime cuando todas las conversaciones están grabadas y a disposición del Banco de España? ¿Es que una orden de venta de acciones de 40.000 euros es menos importante que una reclamación por un cargo indebido de 500 (ambas operaciones las he efectuado yo recientemente)? ¿Cómo es posible que exista esta contradicción de políticas dentro de una misma entidad supervisora y, sobre todo, cómo es posible que al usuario de banca teléfonica de buena fe se le deniegue el derecho a la protección?

Son preguntas que me gustaría que alguien en el Banco de España respondiera.

Fernando Velayos. Bethesda (EEUU) .

La cárcel de los que no son famosos

Sr. Director:

Veo con machacona insistencia en televisión comentarios de algunos implicados en la corrupción de Marbella. Estas personas dicen que están enfermas, que tienen depresión... Para depresión, la de los presos que han cometido robos para drogarse, porque tienen doble condena: la droga y la cárcel; éstos sí están enfermos, se han pasado la vida robando pero no para comprarse un piso, ni siquiera para un coche o una mariscada... sólo para drogarse y hacer ricos a muchos.

Yo he hecho colas en varias cárceles y la peor era en Carabanchel, a la intemperie y bajo cero. También en sitios cerrados, rodeada de todo tipo de personas, todas para dar ánimo a sus seres queridos.

Sólo pido a todos los que hablan tanto, como para que tengamos pena de ellos, que piensen un poco en todas las familias que nos hemos arruinado por culpa de la droga. Nuestros hijos no tienen privilegio alguno. Ni para comprarse un bocadillo.

Isabel Gómez Jiménez. Madrid

La pregunta del debate En la Red de esta semana es la siguiente: ¿cree usted que el Parlamento debería anular la resolución que autorizaba a Zapatero a negociar con ETA? Las respuestas pueden enviarse por fax, carta, correo electrónico o votando en el portal de EL MUNDO en Internet.