Montilla llamó a reforzar los vínculos con el pueblo turco para «proseguir la reforma social y política que ha iniciado Turquía y profundizar en el diálogo cultural y social para superar las confrontaciones». En esa misma línea, el president defendió la Alianza de Civilizaciones promovida por los presidentes de España y Turquía, José Luis Rodríguez Zapatero y Recep Tayiip Erdogan, porque a su entender se trata del «camino de futuro» para fomentar «una cooperación que fortalezca la visión de las aportaciones mutuas» entre europeos y turcos. Según Montilla, el proyecto de Zapatero y Erdogan debe impedir repliegues identitarios.

Asimismo, el dirigente catalán repasó las relaciones comerciales hispanoturcas, que consideró prioritarias para España, y calificó al país otomano de «mercado emergente». Montilla subrayó las «excelentes relaciones» entre Cataluña y Turquía tanto comerciales como políticas. El president reclamó para el estado musulmán un «papel central» en la Sociedad de Cooperación Euromediterránea constituida a raíz del Proceso de Barcelona para «fortalecer la dimensión mediterránea de la UE, desplazando el centro de gravedad hacia el sur».

A la inauguración de la cumbre asistió el ministro de Estado para Asuntos Religiosos de Turquía, Mehmet Aydin, que denunció que el «clima de islamofobia entre la sociedad europea» generado por «prejuicios y estereotipos» contribuye a crear «nuevos argumentos culturales» en contra de la entrada del país otomano al club europeo. Aydin apuntó que «la idea cada vez más extendida» de que la cultura turca es demasiado diferente como para integrarse a Europa está basada en «afirmaciones infundadas y generalizaciones fundamentalistas, imperialistas y racistas».

El dirigente turco criticó a «aquellos políticos que para ganarse el respaldo de la calle» alimentan los estereotipos que forjan «escenarios oscuros e imágenes negativas que no tienen nada que ver con la realidad». Aydin señaló al ministro de Interior francés, Nicolas Sarkozy, como exponente de mandatario que defiende el «choque de civilizaciones» y que sostiene que la integración de Turquía a Bruselas «sería el final» de la Comunidad Europea.

Por su parte, el Gobierno central respaldó también el proceso de entrada del primer país musulmán en la Unión. El secretario de Estado para la UE, Alberto Navarro, explicó que «Europa necesita a Turquía» para conseguir ser un actor global, y «Turquía necesita a Europa» para continuar con la modernización de la sociedad otomana. El representante del Ejecutivo alegó que el país musulmán se ha convertido en un «valor añadido» por su crecimiento económico, importancia estratégica y experiencia en operaciones de defensa.

Navarro señaló que España hubiera preferido que no se parara la negociación con Ankara y sugirió a Turquía que aproveche la actual crisis constitucional para adelantar la fecha de ingreso a la UE. En ese sentido, Navarro anunció que España ha convocado a los 18 países que han ratificado la Constitución europea a una reunión informal el próximo 26 de enero para impulsar el texto. El objetivo del encuentro será unificar el discurso de los estados que han aprobado la Carta Magna de cara al debate sobre el futuro europeo que tendrá lugar este semestre.