Pese a los elogios, Iniesta mantiene una humildad a prueba de bomba y sigue siendo uno de los futbolistas más accesibles de la plantilla azulgrana. Su célebre discreción ante la prensa tiene un reverso poco conocido: Iniesta, como buen apasionado del fútbol, lleva un minucioso registro de qué medios le entrevistan y de cómo hablan de él.
El pequeño centrocampista del Barça no ha parado de crecer en los últimos años y con sus actuaciones ha empezado a cumplir las enormes expectativas que descansaban en él desde que subió al primer equipo de la mano de Serra Ferrer. Este año suma ya cinco goles, los mismos que en las últimas tres temporadas, y rebosa confianza. Tanta que hasta se le puede preguntar por la capitanía del Barça. «Queda mucho para eso y tengo a muchos por delante, pero sería lo máximo».
Pregunta.- ¿Vive su mejor momento en el equipo?
Respuesta.- Sí, pero viene dado por todo lo anterior. No llegas a esta situación sin pasar otras etapas.
P.- Seguro que habrá vivido momentos duros.
R.- Ha sido duro, sí. Pero me lo he tomado con buena mentalidad.Ha habido fases difíciles, cuando no jugaba mucho. Si tenía diez minutos, salía con la máxima ilusión. No pensaba 'bah, si son sólo diez minutos'.
P.- Nunca se le oyó una queja.
R.- Para mí no sirve de nada ir a la prensa y quejarme. Yo me desfogo con mi padre, con la familia.
P.- Recientemente, una votación de EL MUNDO en la que sólo votaron entrenadores y capitanes de equipos de Primera le consideró el segundo mejor futbolista español, por detrás de Villa.
R.- Sienta muy bien, es una motivación más para seguir jugando.Una votación de entrenadores vale más que cualquier otra cosa.
P.- ¿Cree que han sido un problema las enormes expectativas que ha habido sobre usted desde que empezó a entrenar en el primer equipo con 16 años?
R.- Con eso he vivido siempre. Toda la vida he ido por delante de mi edad, cuando era juvenil estaba en el Barça B, luego me subieron muy joven al primer equipo...
P.- Háblenos del derbi. ¿Recuerda el primero que jugó?
R.- Fue en mi primer año aquí, en el Infantil B. Recuerdo que fue muy fuerte porque venía de fuera y el ambiente era muy duro.La primera vez que me insultaron en un campo fue aquí, pero ya se sabe que en un campo de fútbol se dicen muchas cosas. La verdad es que he estado en muchísimos derbis y he visto de todo.
P.- ¿Alguno para recordar?
R.- Una final del Campeonato de Cataluña que perdimos en cadetes.Después nos volvimos a encontrar en el Campeonato de España, y ganamos 2-0, marcando yo los dos goles. En el Espanyol jugaban Jonathan o Carlos García.
P.- Para los de la casa es más sencillo comprender la rivalidad con el Espanyol por los piques de las categorías inferiores.¿Cuesta transmitirlo a los extranjeros?
R.- Los que lo hemos vivido de pequeños lo conocemos muy bien, pero los de fuera también lo pillan enseguida.
P.- ¿Incluso cuando llevan cuatro años seguidos ganando en el Lluís Companys?
R.- Eso puede cambiar. El derbi cuesta mucho, es como un Barça-Madrid.Son partidos en los que da igual la situación en que estén los equipos. Son partidos diferentes, con mucha tensión.
P.- ¿Cómo ve al Espanyol?
R.- Están muy bien. Se nota la mano de su entrenador, han cogido una buena línea, les gusta tener el balón, salir jugando y arriba tienen gente muy peligrosa.
P.- Valverde ha dicho que es la hora de ganarles.
R.- Bueno, no nos asusta. Tienen ganas por lo que representa el partido, pero vamos con la ilusión de ganar de siempre.
P.- Desde la derrota en el Mundial de Clubes, y con lo que les está costando ganar los últimos partidos, han recibido críticas.¿Echan mucho de menos a Eto'o y Messi?
R.- Cuando vuelvan seremos mucho más fuertes, está clarísimo.Quitando el Mundialito, hemos superado muy bien las lesiones.
P.- ¿Dolieron en el vestuario los retrasos navideños?
R.- Eso está ya zanjado. Yo siempre confío en lo que me dicen mis compañeros.
P.- ¿Cree que a Ronaldinho se le perdona todo?
R.- No es un tema de perdonar. El jugador tiene que dar ejemplo y creo que él intenta darlo.
P.- ¿Entendería su suplencia con el regreso de Deco?
R.- Ya se verá. Hay un entrenador para decidir, pero confío en ser titular.
P.- En cualquier otro equipo, usted sería la estrella. ¿Ha pensado alguna vez en cambiar de aires?
R.- Aquí ya me considero un jugador importante.
P.- Poco a poco va asumiendo más responsabilidades. ¿Se ve distinto que hace un año?
R.- Siempre me veo igual, pero el jugar hace que los compañeros confíen más en uno.
P.- ¿Dónde tiene su techo?
R.- ¡Buf! Me queda muchísimo. Cada día se aprende y sólo tengo 22 años. Tal vez lo que me queda es marcar más goles, entre 15 y 20 por temporada. Es una de las cosas a mejorar. Y cuando uno sabe que puede hacerlo, aún lo lucha más.
P.- ¿Da miedo el Sevilla en la lucha por la Liga?
R.- Será un rival fuerte, son muy sólidos, están con ganas. Pero tengo fe ciega en nosotros.
P.- ¿Cómo ve al Real Madrid?
R.- Se habla de crisis, de desastres, pero la realidad es que están sólo a tres puntos. Sin jugar todo lo bien que querrían, pero han sacado resultados.
P.- Se dice que usted pudo irse al Madrid este verano.
R.- Nunca me he visto jugando de blanco en el Bernabéu. Ojalá pueda retirarme aquí.