Sábado, 13 de enero de 2007. Año: XVIII. Numero: 6236.
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Amas de casa al borde de un ataque
LOURDES VENTURA

'MUJERES DESESPERADAS', EN DVD. Siguiendo con su afán de recuperar las mejores series de la televisión en DVD, EL MUNDO ofrece a sus lectores una nueva colección con todos los capítulos de la primera temporada de 'Mujeres desesperadas'. Mañana, con el periódico, se podrá conseguir el primer DVD de la colección, con el episodio piloto y el primer capítulo, por sólo 5,95 euros. Y, de regalo, el segundo DVD con dos nuevos capítulos. Desde el día 20, la revista YO DONA ofrecerá todos los sábados un nuevo DVD con dos capítulos por 5,95 euros, al presentar el cupón de descuento correspondiente de 10 euros. La escritora Lourdes Ventura analiza en este artículo los pilares sobre los que se asienta la serie.

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La constatación es obvia: la familia feliz y perfecta no existe. Las llamadas sociedades de la abundancia, con sus casas confortables, sus coches de alta gama, su tecnología punta y sus mujeres vestidas a la última, no ofrecen un salvoconducto para el equilibrio y el sosiego existencial. Dicha atmósfera de decepción y frustración está en el sustrato del guión de Mujeres Desesperadas. Si las protagonistas treintañeras de Sexo en Nueva York buscaban, a su manera posfeminista, un príncipe azul vestido de ejecutivo, las habitantes, frisando la cuarentena, de Histeria Lane, quiero decir de «Wisteria Lane» (no se nos escapa el juego de palabras de Marc Cherry, brillante creador de la serie), están ya en el proceso de recoger los pedazos de su sueño hecho trizas.

La escalada de popularidad de esta comedia dramática, convertida en 2005 en la serie más vista en todo el mundo, habría que explicarla por la combustión de distintos elementos que han hecho arder uno de los mejores productos televisivos de las últimas décadas. Antes de ser emitida por la ABC, la serie fue rechazada por todas las cadenas estadounidenses. La narradora de ultratumba, las reacciones disparatadas de las protagonistas, la amoralidad de muchas de las situaciones, la complejidad del argumento y la ironía feroz alertaron a los productores que todavía pensaban que las espectadoras contemporáneas prefieren historias muy simples y muy tontas.

Nada de simplista hay en las tramas y subtramas de Mujeres Desesperadas. Si se recurre a personajes femeninos arquetípicos, -Susan la inmadura afectiva, Lynette la madre caótica e incapaz, Gabrielle, la adúltera materialista y Bree la perfeccionista compulsiva-, es para que las espectadoras (y también los espectadores) puedan sentirse identificadas con la parte más confusa de ellas mismas. El puzzle de todas las neurosis juntas resulta parecido a lo que somos hoy los seres humanos desbordados, estresados y tratando de salir a flote en lo emocional. Cierto que las gentes de bien no queman las casas del vecino, ni seducen a un jardinero menor de edad, ni se ven envueltas en enrevesadas tramas eróticas o policíacas. Tampoco la mayoría de los seres de las sociedades consumistas pertenecen a la clase media alta que engloba a estas amas de casa pudientes. Pero la cuestión es que el universo de los adosados decorosos se amplia en los barrios residenciales de las grandes capitales, y las expectativas de muchas parejas jóvenes se identifican con la vida confortable que llevan en apariencia los habitantes de Wisteria Lane.

Estas mujeres desesperadas, como muchos héroes y heroínas de las novelas, nos gustan más por sus defectos que por sus virtudes. Nada de lo que ocurre aquí es aleccionador, el guionista ha elegido el camino de la sátira para que podamos reír con los desmanes de esta microsociedad que se aglutina en torno a unas cuantas calles de un territorio imaginario y altamente contaminado por los vicios y patologías del mundo contemporáneo. Y aquí se incluyen el asesinato, la maldad, la delación, el adulterio, la envidia, la falta de escrúpulos, el odio a la suegra, las ganas de estrangular a los niños traviesos y muchos otros factores que son tratados con humor y distorsiones tan patentes que nos hacen pensar en la gente corriente como nosotros mismos, y en muchos de nuestros deseos o conflictos que se mantienen en secreto o en lo resbaladizo del inconsciente.

Vemos entonces como el sueño americano (y por extensión el sueño de las sociedades opulentas) se da de bruces con una realidad hiperbólica, que pese a sus exageraciones, o quizá por ellas, es tan real como la vida misma.

No hay que olvidar que el título de la serie original es «Amas de casa desesperadas», y esto explica una de las mayores dudas que la serie me produjo en sus inicios. Ninguna de las chicas trabaja seriamente (raro en su generación norteamericana); cierto que Lynette ha decidido regresar al hogar, Susan es ilustradora y la latina señora Solís ha sido modelo. Se podría pensar que la serie estimula la pasividad femenina, pero al final descubrimos que la vida del hogar dulce hogar no es aquel paraíso que habían pintado los prefeministas (que se lo digan a Lynette) sino que puede llegar a ser una verdadera tortura, crear neurosis de todo pelaje y fomentar lo peor de cada cual. Los espectadores pueden sacar sus propias conclusiones. Esa multiplicidad de lecturas es un hallazgo de la serie. Lo que resulta patente es que «nadie es perfecto».

Lourdes Ventura es periodista y escritora, autora de

El poeta sin párpados

(Destino)

y La mujer placer

(Belaqva).


Mañana, el primer DVD y, gratis, el segundo

Mañana, los lectores de EL MUNDO podrán conseguir el primer DVD de la colección 'Mujeres desesperadas', con el episodio piloto y el primer capítulo por sólo 5,95 euros, al presentar el cupón de descuento que se publicará con el periódico. Al comprarlo, recibirán, totalmente gratis, el segundo DVD con dos nuevos episodios.

El sábado 20 de enero se podrá conseguir el tercer DVD, también con dos capítulos, con la revista YO DONA, a idéntico precio: 5,95 euros, presentando el cupón de descuento correspondiente de 10 euros. A partir de entonces, y durante 10 semanas, YO DONA ofertará todos los sábados un nuevo DVD hasta completar la primera temporada.

Además de los capítulos, cada DVD contiene numerosos extras y la posibilidad de seleccionar el idioma y los subtítulos.

Para más información, los lectores pueden consultar la página 'www.elmundo.es/promociones/mujeresdesesperadas' o llamar al teléfono de atención al cliente 902 999946.

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