Sábado, 13 de enero de 2007. Año: XVIII. Numero: 6236.
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 DEPORTES
EN EL CAMPO
Desconcertado por el Madrid
GUILLEM BALAGUÉ

¿Qué tendrá el Real Madrid para que los jugadores se marchen con ganas de retirarse antes de tiempo (Zidane), de revancha (Figo) o de volver a jugar en el parque como de pequeño, de volver a divertirse en otro lado (Beckham)? Se dice de Londres que si estás cansado de la capital británica, es que estás cansado de la vida. ¿Será lo mismo con el Madrid? ¿Será que no hay manera sana de salir de un club así? ¿Quién fue el último que se fue por la puerta grande, feliz, con naturalidad, tras pegarse un fuerte abrazo machote con el club? Me da que el inglés no sólo se ha marchado un par de años antes de lo que tenía previsto, sino que además lo hará con la sensación de que las cosas podrían haberse hecho mejor. Nadie en el Madrid podrá negar que la llegada del ex del Manchester superó a todos y que costó varios años poder amoldarse a su estatura universal: eso lo sufrió el futbolista que necesitó montar una infraestructura paralela al club para poder funcionar y dedicarse a lo suyo que es jugar. Luego, si nos saltamos la cronología hasta el final, hasta la renovación, descubrimos nuevos errores de estrategia del club: se habló de que se iba a retirar en dos años, de que lo iba a hacer en el Madrid, se emitió en directo para todas las radios y televisiones, para todos los diarios, los pensamientos del club, sus maniobras. Igual hubiera estado mejor hablar menos y hacer más, o hablar directamente con el futbolista. Cuando, tanto el actual presidente como el director deportivo casi anunciaban la renovación, nadie le había dicho nada al futbolista. Cosas que pueden parecer menores pero que ciertamente han dejado huella. Luego se confundió el tema con Capello: dijo que le quería, que debían renovarle, cuando en realidad le molestaba su presencia. Ayer, durante el entrenamiento y alejados de las cámaras, decidió que Beckham (y el resto de supuestos culpables de la desidia con la que juega el Madrid: Cassano y Ronaldo) entrenaran a parte. ¿En serio es culpa del inglés? ¿Cómo puede saber lo que quiere el entrenador si no se lo dice? Y, cuando empieza a hablar con él, le confunde con sus sugerencias: ante el Depor, empezó de extremo derecho, pasó en la segunda parte a mediocentro y acabó de interior. Todo impreciso, desordenado, pesado. Que Beckham se iba a Los Angeles era cuestión de tiempo, que lo iba a hacer ahora y con cierta sensación agridulce, eso podía haberse evitado.

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