C. E. CARBAJOSA / J. ALCAIDE
MADRID.-
No se libra nadie. La huida hacia adelante emprendida por la cúpula del Real Madrid en un intento por demostrar que Capello tiene la autoridad absoluta afecta a todos los miembros de la plantilla. Incluido el capitán. Raúl también está bajo sospecha y los mensajes institucionales lo demuestran. Ramón Calderón apareció ayer por vez primera desde que se desencadenó la crisis posterior a los fracasos ante el Recreativo y el Depor y lanzó una serie de mensajes ambiguos que parecen más que significativos por lo que deja de decir. En modo alguno lo califica como intocable o bandera del proyecto. Al contrario, le lanza un par de avisos. Todo se tambalea en las arenas movedizas que rodean al club.
La pregunta fue clara cuando terminó el acto de la firma de colaboración del club blanco con la Ruta Quetzal, la misma que pueden recorrer pronto algunos de sus futbolistas. «¿Puede haber otras salidas, Raúl se podrá recuperar?», le inquirieron quizás con la mejor de las intenciones, la de echar un capote al capitán blanco. Pero el presidente lanzó ese capote a cientos de kilómetros y soltó la sorpresa, la respuesta menos amable que podía esperarse: «Espero que sí, que pueda recuperarse. Dependerá del propio jugador. Si él está contento y cómodo, seguirá adelante y si no lo está, pues será más dífícil». Cariño, poco; dudas, infinitas.
Ya después del partido ante el Betis lanzó este ambiguo mensaje el presidente: «La idea es que Raúl no se vaya. De momento». Las apostillas no pueden ser más sintomáticas. No hay intocables. El mensaje es que el único que puede serlo es Capello. Y el problema llegará si el Madrid pierde dos partidos más. En ese caso, el técnico entrará en el saco y cuando pregunten por él, la respuesta será: «No sabemos lo que pasará el año que viene». Capello tiene contrato por tres temporadas.
Calderón también aprovechó su vuelta a las ondas y los micrófonos para confirmar que Ronaldo tiene las mismas cosas que hacer en el Real Madrid que un futbolista de Laponia o de Groenlandia. «Parece que de momento no entra en los planes del entrenador, que no cuenta para él y eso es lo que hay que asumir. No me parece procedente andar tapando las cosas con paños calientes. El entrenador se está decidiendo por aquellos que considera más idóneos para el proyecto que ha decidido poner en marcha y no caben todos», indicó. Diarra, Cannavaro, Emerson y Van Nistelrooy no tienen problemas.
Fue más allá el presidente. «A día de hoy no han llegado ofertas por Ronaldo. Debe haber un equipo que quiera contratarle y él debe tener la voluntad de marcharse. Hasta el día 31 puede haber una opción de traspaso. Si es así, lo valoraremos». El jugador no se ha entrenado en los dos últimos días junto a los otros defenestrados alegando molestias en el sóleo y ayer se conoció un supuesto interés de la Juventus de Turín por ficharlo.
Calderón cerró su intervención de apoyo a una revolución de la que nadie había hablado antes de las últimas derrotas con un mensaje de apoyo al entrenador: «Ha decidido hacer esto ahora tras ver una serie de detalles que no le gustaban. A partir de ahora veremos si el proyecto funciona. No sé si esto es una limpia, pero sí debe quedar claro que se trata de un cambio generacional y de modelo. Es una nueva era y la va a liderar Fabio Capello», dijo Calderón confirmando así que el Real Madrid se convierte en el primer equipo de elite que decide cambiar de caballos a mitad del río, en el ecuador de una temporada.
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