Sábado, 13 de enero de 2007. Año: XVIII. Numero: 6236.
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DESDE EL CAMION 938
Suelo y bandeja con Carlos
MIGUEL PRIETO

«¿Puedo acompañaros?». «Por supuesto, encantos de compartir mesa y mantel», respondimos. En realidad, suelo y bandeja, que estamos en el Dakar. Carlos Sainz se dirigió al autoservicio, tomó la cena y se sentó conmigo, con mi hijo Mikel y con nuestro mecánico, Oscar. Nos tomamos nuestro tiempo, y de la charla queda una leve duda compartida: ¿llegará el ataque de los Mitsubishi? El español controla un Volkswagen, y las diferencias son notables. Los motores japoneses consumen gasolina y el alemán de Sainz se alimenta con diesel; los Mitsubishi se ponen a 7.000 revoluciones por minuto y los Volkswagen apenas superan las 4.000. Cuando Peterhansel mete la segunda marcha, Sainz anda ya por la cuarta. Una diferencia considerable de potencia que puede determinar el futuro en adelante. Esas diferencias mecánicas pueden marcar, porque no se puede dudar de la capacidad de quienes controlan máquinas tan poderosas.

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Por supuesto, tampoco de Carlos Sainz, que ha sabido adaptarse rápido al Rally. Creo que ha entendido la filosofía del Dakar. Ha comprendido que se trata de una aventura, en la que una tormenta de arena, como ayer, te impide ver a 10 metros de distancia aunque vayas a 10 kilómetros/hora, donde el viento te impide por momentos abrir incluso la puerta del vehículo, donde correr mucho no supone la seguridad, donde manda la arena. Sabe que aquí se cena en el suelo y que es uno más, aunque bajo el paraguas de un potente equipo que le presta alguna comodidad mayor. Vive más o menos como el resto, que, creo, también supieron adaptarse a un prestigioso recién llegado que acapara un porcentaje altísimo de la atención mediática.

Me dicen que en declaraciones de algunos compañeros de competición, se intuyen celos. Yo no creo que se pueda afirmar algo así. Simplemente, ocurre lo lógico cuando llega alguien nuevo, que en este caso es un piloto con dos títulos y muchas pruebas ganadas en el Mundial de Rally, que cuenta con un presupuesto altísimo y una estructura sólida detrás. Y eso queremos tenerlo a todos.

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