Hoy, en la ansiada jornada de descanso, será el momento de reponer fuerzas tras la batalla librada ayer y en la que Carlos Sainz se despidió del liderato por poco más de un minuto después de quedarse atascado en las dunas en dos ocasiones y sufrir un problema mecánico. Pese a todo, el piloto español sólo perdió 15 minutos y pudo concluir la etapa en tercera posición. El sudafricano Giniel de Villiers, su compañero de equipo, es el nuevo líder tras lograr su segunda victoria en la presente edición, la sexta desde que tomara parte por primera vez en el rally más duro del mundo, en 2003.

«Finalmente, ha sido una buena jornada. Alcanzamos la jornada de descanso bien situados en la general. Ha sido interesante comprobar que los Mitsubishi han atacado y nosotros [Volkswagen] hemos resistido», aseguró el bicampeón del mundo de rallys.

Sólo el Mitsubishi de Stéphane Peterhansel rompió el monopolio de los vehículos de la marca alemana gracias a su segunda plaza (tercero en la general), mientras que el de Nani Roma dio vueltas de campana cuando lo separaban 112 kilómetros del final de la etapa. Tanto el piloto catalán como Lucas Cruz, su copiloto, salieron ilesos del accidente, pero tuvieron que esperar durante horas la llegada de las asistencias, con lo que sus opciones de subir al podio del Lago Rosa se han desvanecido casi por completo. Peor suerte corrió Ari Vatanen, cuyo Volkswagen ardió en pleno desierto sin consecuencias para sus ocupantes.

Mientras, los pilotos de motos se tuvieron que esforzar al máximo debido a que el fuerte viento y la arena hicieron que el pilotaje fuera especialmente peligroso y físicamente agotador hasta la supresión de los últimos 134 kilómetros. La etapa se la adjudicó Cyril Despres, que criticó duramente a la organización ante la medida adoptada. «Está bien que se tenga en cuenta la seguridad, pero en algún momento habrá que pensar que esto es una competición. No se puede suspender la etapa por esto, en algunos de los tramos que hemos corrido se veía menos que al final», explicó indignado.

Marc Coma, sexto ayer, se mantiene firme al frente de la general con una ventaja de algo más de 10 minutos sobre el segundo clasificado, Isidre Esteve, quinto ayer. El vigente ganador del Dakar afrontará mañana la reanudación del raid sin la compañía de Jordi Viladoms, su mochilero. Después de sumar su primera victoria en el Dakar, el pasado jueves, el joven piloto sufrió ayer una caída que le obligó a abandonar la carrera. Su moto impactó contra una piedra que estaba oculta entre la arena, saliendo él despedido. Viladoms sufre una fractura en el codo izquierdo, en el escafoides de la muñeca derecha, en dos dedos de la mano derecha y otra más en el tobillo derecho, por lo que será trasladado al Hospital Universitario Dr. Negrín de las Palmas de Gran Canaria.

Coma, que lamentó el accidente de su compañero, aseguró que su pérdida hará «daño» al equipo de cara al resto de la carrera: «Ha sido una lástima lo de Jordi. Es un golpe para el equipo, pero , al menos, no tiene nada grave».