FÉLIX MARTINEZ / DANIEL G. SASTRE
BARCELONA.-
Convergència i Unió (CiU) ha emprendido, desde que quedó fuera del Govern tras las elecciones autonómicas del pasado 1 de noviembre, un profundo proceso de reflexión interna. En el camino, algunos veteranos miembros han expresado su incomodidad con la estrategia de Artur Mas y, sobre todo, con algunos de sus compañeros de viaje más cercanos, como quien fue el director de la última campaña convergente, David Madí.
Altos dirigentes de Convergència Democràtica (CDC) señalaron ayer a este diario a dos vicesecretarios -el de Militancia, Antoni Vives, y el de Economía, Antoni Fernández Teixidó- como impulsores de una falsa corriente interna. Las mismas fuentes se preguntaron por los objetivos reales de ese movimiento, que ayer se plasmó con una filtración a La Vanguardia en la que se hablaba de «crisis interna» en CiU.
Estos altos cargos insisten en que todo lo que se dijo es falso: las decisiones se toman en los órganos de dirección del partido y la federación, y no en las reuniones del «núcleo duro de Mas» -que forman Madí, Quico Homs, Oriol Pujol Ferrusola, Felip Puig, Lluís Corominas, Josep Rull y Germà Gordó-; no es cierto que se esté planteando un Congreso Extraordinario antes de las elecciones generales previstas para 2008; y el alcalde de Sant Cugat, Lluís Recoder, no es una «alternativa de futuro» al liderazgo de Mas y, de hecho, «rechazó estar en la Ejecutiva» de CDC.
Las fuentes consultadas no dan importancia, en todo caso, a la «salida de tono» que atribuyen a Teixidó y Vives, y lo achacan, de momento, a un descontento puntual con la estrategia de la federación. Mas sí admitió ayer que «es posible que, a nivel particular, haya alguna persona que se sienta un poco incómoda con la situación», aunque subrayó que «se ha magnificado» esa discrepancia. En un tono conciliador, el líder de CiU animó a los suyos a tener una «mentalidad abierta» para «funcionar mejor».
Mas aseguró que «no hay ninguna discrepancia», que su partido «no tiene ninguna dirección paralela» y que «no hay crisis interna». El candidato a alcalde de Barcelona, Xavier Trias, también aludido ayer, desmintió que se sienta «apartado» de la dirección de Convergència.
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