Su estado era leve salvo complicaciones. El presunto autor del doble homicidio es también un ciudadano polaco de unos 40 años a quien la mujer fallecida acababa de alquilar una habitación del piso esta misma semana. Al cierre de esta edición el supuesto criminal no había sido localizado. Agentes del Cuerpo Nacional de Policía y de la Policía Local se habían desplegado por toda la zona en su búsqueda. Sobre todo rastreaban la almendra central de Móstoles y las vías de Renfe ya que la calle del Pintor Ribera se encuentra en pleno centro de la localidad y a unos 500 metros de la estación central.

El fallecido fue identificado anoche por la policía como Waldemar Stanislaw Sieminski, de entre 45 y 50 años. La mujer muerta respondía al nombre de Marzena Walicka, también de entre 45 y 50 años. El herido se llama Andrzej Franciszerkz Zeminsk y tiene 44 años.

Según las primeras investigaciones policiales, Marzena la mujer asesinada, era la propietaria del piso. Residía en el 8º B del bloque desde hacía más de nueve años y se dedicaba a alquilar habitaciones a compatriotas suyos. Uno de los huéspedes trajo el pasado miércoles a un amigo. Este último provocó anoche un altercado que acabó en una pelea mortal. En la riña apuñaló a dos hombres y a la mujer. Luego huyó a la calle. Esta versión fue la que facilitó a la policía el herido leve Andrzej Franciszerkz antes de que fuese trasladado al centro sanitario.

Los hechos ocurrieron a poco más de media hora de llegar al final del día. En ese momento se escucharon numerosos gritos en una vivienda situada en el 8º B del bloque. A continuación un hombre salió al rellano de la escalera con todo el cuerpo ensangrentado. Fue llamando a las puertas de los pisos pidiendo auxilio. La gente abría y se encontraba con una persona moribunda.

El servicio de Emergencias 112 recibió numerosas llamadas de vecinos del inmueble que alertaban de que se había producido una reyerta con heridos muy graves.

Varios de los residentes también pudieron ver como el presunto agresor salía corriendo escaleras abajo sin esperar el ascensor. Según los primeros datos, el agresor no parecía estar herido y era una personas de unos 30 años de edad. Hasta el inmueble se desplazaron varias dotaciones de la Policía y dos ambulancias. Al entrar en la casa se encontraron con el cadáver del hombre, Waldemar. Tenía heridas de arma blanca por todo el cuerpo. La más grave en el cuello que le había seccionado la arteria carótida. Su cuerpo estaba tendido en el sofá del salón. Iba vestido de calle. Marzena también sufría cortes profundos en el tórax y en la mandíbula. Uno de ellos le alcanzó el corazón. Los médicos no pudieron reanimar a ninguno de los dos. La mujer yacía en una habitación anexa al salón. Una tercera persona, Andrezej, fue atendida en la escalera del edificio por los facultativos con numerosos navajazos. No obstante, los cortes no eran profundos.

Agentes de la Brigada de Policía Científica hallaron en el piso tres cuchillos manchados de sangre. Uno de ellos tenía el mango roto. Toda la casa estaba revuelta y había signos de que se había producido un conato de incendio en la habitación. Al cierre de esta edición, la policía interrogaba a numerosos vecinos del bloque y mantenía acordonada toda la zona. Los agentes también registraron papeleras y contenedores en busca de un arma que podría haber tirado el homicida.

Con estas dos muertes violentas ya son tres los homicidios ocurridos en la región en los primeros días del año. El pasado día 1 de enero un vigilante rumano de 28 años, que custodiaba un pista de hielo, murió asesinado de dos puñaladas en la plaza de Cervantes de Alcalá de Henares.