JOSE MARIA ROBLES
El Sur es un estado de ánimo y un saludo expansivo con cálido eco. Madrid bien lo ha comprobado a lo largo de esta semana, con la capital convertida casi en novena provincia andaluza. Anoche, el Centro Cultural Conde Duque acogió la presentación de uno de los mayores acontecimientos del calendario de fiestas del otro lado de Despeñaperros: el Carnaval de Cádiz. El periodista José Oneto, natural de la localidad isleña de San Fernando, trajo La Caleta al Manzanares, se metió en el tipo (disfraz, en la jerga local) y puso en marcha la presente edición de un carrusel inacabable de mordaces estribillos en la calle (y en el Teatro Falla, la bombonera local con permiso del Carranza).
«Es la fiesta más insólita, surrealista y verdadera de esta España nuestra tan necesitada de reírse de sí misma y de los fantasmas que le hacen sufrir», sintetizó el pregonero del éxtasis en La Tacita con guiños constantes a Antonio Burgos y hasta risibles coplillas sobre su «flequillo-quillo».
En representación del Ayuntamiento gaditano acudió al acto la alcaldesa, Teófila Martínez, acompañada por otras celebridades como José María Alvarez del Manzano, presidente de Ifema, y Enrique Cerezo, presidente del Atlético de Madrid. También subieron a la capital, y se dejaron notar, que era de lo que se trataba, nombres ilustres del tradicional concurso de agrupaciones, que comienza el 22 de enero. Fue el caso de José Manuel Braza Benítez, El Sheriff, y su chirigota Los Aguafiestas; Nandi Miguélez y el Coro de los Niños y Joaquín Quiñones y la comparsa La caldera, vencedores en sus respectivas categorías en 2006.
El consistorio aprovechó el pistoletazo de salida de unas fiestas que arrancarán oficialmente el sábado 13 de febrero con la conocida pestiña -y que tiene como preámbulo otras dos citas gastronómicas: ostioná popular en el barrio de San Antonio y erizá en La Viña, ambas el 21 de enero- para presentar la imagen de marca Cádiz, la ciudad que sonríe.
Las mismas buenas sensaciones había dejado en el Foro la también meridional Antequera el pasado martes. Se trató de un día histórico para la villa malagueña, ya que de su nueva estación de Santa Ana partió el primer tren AVE con destino a Atocha (dos horas y diez minutos de cómoda travesía).
El Círculo de Bellas Artes recibió a los más de 200 viajeros que cubrieron el recorrido inaugural y que participaron en el encuentro Madrid-Antequera. El veterano periodista todoterreno Tico Medina fue el encargado de abrir lo que él llamó «embajada del sol y de la cal» con verbo rico y sentido.
Infraestructuras de última generación y cultura salpimentada con el mejor humor, eso vendió el Sur en el Centro como invitando a decir, vox populi en Cai (y aquí hay que mamar), aquello de «Y al que no diga ole, que se le seque la yerbabuena: ole, ole y ole...».
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