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| «Los desaparecidos no están, no existen, no tienen entidad» (Jorge Rafael Videla) |
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| Impresiones |
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| Reforma en la Guardia Civil: poca y a la fuerza |
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El Gobierno ha aprobado el proyecto de nuevo régimen disciplinario de la Guardia Civil, con dos cambios fundamentales respecto al vigente: suspende el arresto y restringe la aplicación del Código Penal Militar, que sólo tendrá validez en situaciones extraordinarias. La reforma va en buena dirección, pero es poco ambiciosa, se hace con cuentagotas y su origen no es la sensibilidad del Gobierno ante las reivindicaciones de los agentes, sino una sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos. Es cierto que el PSOE incluía en su programa una serie de reformas en el Instituto Armado, pero, casi tres años después, no había movido un dedo. ¿Por qué ahora? Sencillamente, porque hace dos meses el Tribunal de Estrasburgo condenó a España por el arresto de un guardia civil, al fallar que sólo un juez (y por lo tanto nunca un superior) puede privar de libertad a un miembro de las Fuerzas de Seguridad del Estado. En su sentencia, la Corte Europea entiende también que la Benemérita es un cuerpo policial y no militar. La reforma del Gobierno, sin embargo, no incluye la regulación del derecho de asociación profesional, una de las principales reclamaciones de la AUGC, que reúne a la mayoría de guardias civiles. La entidad calificó ayer de «cicatero» el proyecto. Es más, dado que Interior sigue sin desmilitarizar el cuerpo y no asume el fondo de la sentencia de Estrasburgo, los agentes mantendrán sus movilizaciones.
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