Daniel Sánchez Llibre se dejó llevar. Llevaba cinco años esperando una nueva victoria del Espanyol en un derbi en Montjuïc y por eso, visto el partido de ayer, los tres goles conseguidos por los suyos le parecieron pocos. «El resultado no hace justicia a lo que se ha visto en el campo. Un 5-1 o un 6-1 habría sido un resultado más justo. Para nosotros, ha sido el mejor derbi de los últimos años», aseguró el presidente del Espanyol. «Hemos disfrutado mucho, aunque también hemos sufrido. Ronaldinho ha enviado un balón al larguero al principio y el Barça es el vigente campeón de Europa, no hay que olvidarlo, pero al final hemos sido muy superiores. Jugando así, podemos ganarle a cualquiera», agregó el dirigente.
Su entrenador, Ernesto Valverde, se encargó de darle otra vez el contrapunto. «Hemos creado muchas ocasiones y es cierto que tal vez pudimos haber transformado alguna más, pero el Barça también tuvo las suyas. Por eso estamos muy satisfechos con el resultado», destacó el técnico blanquiazul. «Estamos contentos porque ha sido un derbi de verdad, ha respondido ha todas las expectativas y además ha caído de nuestro lado», añadió.
Valverde descartó que a su rival le perdiera la falta de agresividad y que ésa fuera la causa de que terminara quedándose sin el control del partido. «Todos los jugadores juegan un derbi al 100%. Creamos las ocasiones, y, al final, el que domina el juego es precisamente el que consigue generar más peligro», analizó el entrenador del Espanyol. En su opinión, el tanto de Tamudo fue clave: «Saviola remontó en un chispazo y por eso ha sido muy importante enchufarnos otra vez pronto al partido. Hasta el 3-1, no hemos podido respirar con tranquilidad».
A Valverde le gusta mucho tener los dos pies en el suelo. Tal vez demasiado. Por eso, aprovechó para enviarle un nuevo toque de atención a los suyos. «Hay que intentar ganar también a los que no están tan arriba. Es bueno que la afición disfrute, pero debemos tener la misma disposición cuando vengan otros rivales que también pueden darnos dificultades», aseveró el entrenador.
Pero nada podía frenar ayer la euforia que se palpaba dentro del vestuario periquito tras la victoria. «Ya tocaba. Eran demasiadas temporadas sin ganar en el derbi. Nos hemos vaciado, pero lo hemos conseguido», señaló Luis García. El asturiano, todo un ídolo para la afición blanquiazul, sabe además perfectamente granjearse sus simpatías. «No hay nada que me guste más que marcarle goles al Barça», sentenció. / AMADEU GARCIA
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