La cita en la Delegación del Gobierno vasco, en Gran Vía 85, dio lugar a más de un comentario jocoso sobre las futuras alianzas políticas en el País Vasco y produjo un efecto algo extraño con tal acumulación de dirigentes de uno y otro partido. En las oficinas de la Administración vasca se encontraron cargos públicos y políticos de todas las formaciones favorables a la marcha para, después, con sólo cruzar la acera, acceder con facilidad al cordón de seguridad.
Los socialistas entraron muy juntos, tal vez porque habían celebrado Comité Nacional por la mañana y coincidieron con el ararteko, Iñigo Lamarka, en el hall del edificio. Patxi López no se separó de sus hombres de máxima confianza, Rodolfo Ares y José Antonio Pastor. Aunque también acudieron parlamentarios como Jesús Loza y Oscar Rodríguez, dirigentes veteranos como Ramón Jáuregui o Txiki Benegas, alcaldes como Odón Elorza o Tontxu Rodríguez, el presidente del Senado, Javier Rojo, el secretario general de Alava, Txarli Prieto o la presidenta de las Juntas alavesas, María Teresa Rodríguez Barahona.
Todos ellos, conscientes de haberse convertido en protagonistas a su pesar, con el apoyo a la manifestación del lehendakari y las polémicas posteriores.
La también socialista Gemma Zabaleta se sumó a la marcha conversando con sus compañeras de Ahotsak Gemma González de Txabarri, del PNV, y Aintzane Ezenarro, de Aralar.
El Gobierno vasco salió a la calle por la puerta del garaje, una medida de seguridad que sorprendió a más de uno. Los intregrantes del Consejo Político no rompieron la formación en toda la marcha, a unos metros de la pancarta portada por ciudadanos anónimos. En el centro, Ibarretxe; a los lados, Joseba Azkarraga y Javier Madrazo; repartidos por las cercanías, el resto de los consejeros.
Un poco más atrás se situaron los ex lehendakaris Carlos Garaikoetxea y José Antonio Ardanza, que llevan ya tantas manifestaciones a sus espaldas, y los dos diputados generales nacionalistas, el de Vizcaya, José Luis Bilbao, y el de Guipúzcoa, Joxe Joan González de Txabarri. Muy cerca, el presidente del PNV, Josu Jon Imaz, en una posición intermedia que algunos quisieron interpretar como un gesto amable hacia los socialistas, con Iñigo Urkullu e Iñaki Azkuna, el alcalde de la villa.
Joseba Egibar, Iñaki Gerenabarrena, el también miembro del EBB Gorka Agirre, relacionado con la trama del impuesto revolucionario, el presidente de la Fundación Sabino Arana, Juan María Atutxa, y la presidenta del Parlamento Vasco, Izaskun Bilbao, fueron otros nacionalistas presentes. Los senadores Iñaki Anasagasti y Joseba Zubia y el diputado Josu Erkoreka también se acercaron a la parte delantera de la marcha.
La cabeza de la manifestación (no hubo más pancarta que la oficial) recorrió la distancia entre la Plaza del Sagrado Corazón y el Ayuntamiento en 55 minutos, aunque la megafonía anunció que cuando habían llegado los primeros todavía había gente en la salida.
Hubo poco colorido en un encuentro de partidos dispares, que enviaron a sus máximos responsables. Además de Imaz, López y Madrazo, desfilaron entre la población entregada a las rebajas la presidenta y el secretario general de EA, Begoña Errazti y Unai Ziarreta, y el vice-coordinador de Aralar, Jon Abril. Los dirigentes sindicales José Elorrieta (ELA), Josu Onaindi (CCOO) y Dámaso Casado (UGT) ocuparon un plano más discreto.
La representación exterior fue de ICV, con Joan Herrera; de CiU, con Lluís Puig y Maite Llorens; y de ERC, con Ana Simó y Joan Puig, todos ellos enviados por sus organizaciones, más pendientes de la marcha de Madrid. También acudió una representación del BNG.
El recorrido de la marcha hasta la Plaza de Moyúa estuvo acompañado por una multitud que desde la aceras aplaudió, sobre todo, al paso de la pancarta y del lehendakari. En la segunda mitad, en plena zona comercial, el entusiasmo fue menor y pese a las decenas de miles de personas que completaron el recorrido, el final no tuvo calor.
En el colofón del acto, resultó algo desangelada la presencia del lehendakari Ibarretxe ante un pequeño micrófono reservado inicialmente para que la portavoz del Gobierno despidiera a los asistentes.