ROBERTO L. DE CALLE
BILBAO.-
La jornada de lucha convocada para el viernes por la ilegalizada Segi contó ayer con varios coletazos violentos que se tradujeron en sendos ataques contra un batzoki de Algorta, un cajero de Lemoa y la Casa del Pueblo de la localidad vizcaína de Abanto y Ciérvana, todos ellos de madrugada.
Además, la Ertzaintza detuvo a dos menores por su supuesta implicación en la quema de un contenedor de basuras en la calle de Bertsolari de San Sebastián. Estas dos detenciones se sumaron a las nueve practicadas por la propia Ertzaintza y la Policía Nacional durante el viernes en el País Vasco y Navarra después de que el juez Garzón prohibiera los actos organizados en el marco de la jornada de lucha.
A los disturbios de San Sebastián se sumaron tres nuevos actos de kale borroka que se produjeron en Algorta, Lemoa y Abanto y Ciérvana. En la primera localidad, un grupo de encapuchados empleó bates de béisbol para romper las persianas y cristales del batzoki de la localidad.
Horas después, sobre las 02.30 horas, otro grupo de desconocidos lanzó cócteles molotov contra un cajero de La Caixa en Lemoa.
Por último, pasadas las 03.00 horas, los alborotadores lanzaron tres cócteles molotov contra la persiana de la Casa del Pueblo de Abanto, en cuyo interior permanecían siete militantes socialistas. Los hechos sucedieron después de la medianoche, cuando, según testigos presenciales, tres jóvenes con la cara descubierta se dirigieron a la sede socialista y lanzaron tres artefactos.
Las personas que se encontraban en el interior del establecimiento escucharon los impactos, observaron que el líquido en llamas se colaba por debajo de la puerta y lo apagaron sin que el ataque produjera daños en el interior del local.
Finalmente, agentes de la Ertzaintza detuvieron ayer a mediodía a cinco jóvenes radicales que cortaron la autopista A-8 en la localidad guipuzcoana de Zarautz, apenas cinco horas antes de que se iniciara la manifestación para exigir a ETA el fin de la violencia.
Los jóvenes se encadenaron a la altura del puente de Zarautz, con una pancarta en la que protestaban por el juicio contra Jarrai-Haika-Segi, y originaron importantes retenciones que obligaron a la Ertzaintza a desviar el tráfico por la carretera N-634. La Policía autonómica vasca no pudo liberar a los encadenados hasta una hora después, momento en el que se restableció el tráfico.
Los nueve jóvenes detenidos por su presunta participación en estos actos de violencia callejera fueron puestos anoche en libertad aunque deberán presentarse ante el juez cuando sean requeridos.
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