TERESA CRUZ. Corresponsal
LAS PALMAS.-
Canarias ha comenzado 2007 padeciendo el mismo fenómeno de la inmigración irregular del pasado año. La falta de control en las aguas que separan Africa de las islas ha permitido que 583 sin papeles hayan llegado al Archipiélago por vía marítima en los primeros días de enero.
El Gobierno asegura, sin embargo, que «se ha volcado» para hacer frente a las mafias que trafican con seres humanos. Así lo destacó ayer el ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Jesús Caldera, durante una visita a las dependencias de Cruz Roja en Las Palmas de Gran Canaria, organización que se encarga precisamente de prestar ayuda humanitaria a los inmigrantes.
Los últimos 165 indocumentados en llegar lo hicieron el viernes a bordo de un pesquero, el Taiboi Stari. La procedencia asiática de la mayoría de ellos dificulta las labores de identificación, aunque el ministro afirmó con contundencia que «las personas que han llegado en ese barco serán todas repatriadas a su país y, por tanto, aquí no quedará nadie». Para Caldera «eso es eficacia y una política internacional correcta».
De esta forma, el ministro pretende acallar las voces en contra de la política de inmigración del Gobierno. «En Canarias, hoy hay un número inferior de inmigrantes irregulares a la media de los últimos cinco años en los centros de internamiento, porque estamos trabajando conjuntamente para evitar esos flujos ilegales», dijo.
Según Caldera, se puede albergar «la razonable y moderada expectativa de que esos flujos irán descendiendo". Dijo, además, que la inmigración ilegal no queda en Canarias y las personas que llegan en cayucos son derivadas todas ellas a la Península.
De hecho, alrededor de 17.600 inmigrantes irregulares fueron trasladados a la Península desde Canarias en los nueve primeros meses del año pasado, una cifra que cuadruplica la registrada en todo el año 2005. Más del 60% fue enviado a Madrid.
Mientras tanto, la queja del Gobierno canario sigue siendo el número elevado de menores extranjeros no acompañados que saturan la capacidad de las islas, y que le ha obligado a habilitar espacios «no cualificados» para atenderlos. «Yo estoy cumpliendo mis compromisos a rajatabla [...] estamos derivando a menores a la Península y lo hemos hecho con 250», matizó.
Caldera mantuvo el compromiso expresado en septiembre acerca de la derivación de 500 menores al resto del territorio nacional. «Me comprometí a trasladar 500 menores y lo voy a cumplir». Hasta el momento, Extremadura, Cataluña y Galicia son las autonomías que mayor número de menores inmigrantes ha acogido procedentes Canarias.
|