Era uno de los líderes religiosos más prestigiosos del Africa negra. Referente moral del Congo (ex Zaire), dedicó su vida entera a la Iglesia y a su país. Con valentía y coraje llegó a enfrentarse públicamente al dictador Mobutu, pero sobre todo a su sucesor Laurent Kabila. Falleció el día 6, a los 77 años, de un edema pulmonar agudo en el hospital universitario de Lovaina. En el Congo corren rumores, recogidos por diversos diarios, de que el cardenal arzobispo de Kinshasa podría haber muerto envenenado. Sin embargo, por ahora las fuentes eclesiásticas no han dado pábulo a esas noticias más o menos políticamente interesadas.
Frederic Etsou había nacido el 3 de diciembre de 1930 en Mazalaga. Estudió en el Seminario Menor de Bolongo (Lisala), para después asistir al Seminario Mayor de Kabwe (Kasaï occidental) donde cumplió el primer ciclo de Filosofía (1949-1953) y un año de Teología (1953-1954).
Para realizar su deseo misionero, entró en la Congregación del Corazón Inmaculado de María (CICM). Ordenado sacerdote el 13 de julio de 1958, fue nombrado con posterioridad, vicario en dos parroquias de Kinshasa: San Francisco (Kintambo) y San Pedro (Kinshasa).
Amante de su trabajo, demostró siempre ser uno de los agentes más fructíferos de la pastoral kinoise, iniciada por el difunto cardenal Malula. Este aspecto llamó enseguida la atención de sus superiores, que decidieron ofrecerle la posibilidad de viajar a Europa para graduarse en Sociología en el Instituto Católico de París (Francia) y en Teología Pastoral en la Lumen Vitae de Bruselas (Bélgica).
Al finalizar sus estudios, en 1968, regresó a Kinshasa, donde fue nombrado párroco decano de la Parroquia de San Pedro, y al mismo tiempo viceprovincial de su Congregación. Elegido arzobispo titular de Menefessi y nombrado arzobispo coadjutor de Mbandaka (con derecho de sucesión) el 8 de julio de 1976, fue ordenado el 7 de noviembre de 1976, por el cardenal Malula. No sería hasta el 7 de julio de 1990 cuando sucediese al carismático cardenal al frente de la archidiócesis primada congoleña.
Un año después, en 1991, Juan Pablo II lo crea cardenal en el Consistorio del 28 de junio. Desde julio de 2000 presidía la Conferencia Episcopal de la República Democrática del Congo. Solía definirse a sí mismo como un «pastor de la verdad», que no aceptaba las mentiras. De ahí su capacidad para interpelar a los políticos, a los que llevaba años pidiendo: «Salvad el Congo». Algunos, quizá por eso, lo acusaban de tener aspiraciones políticas.
En un telegrama enviado a su archidiócesis, Benedicto XVI destaca «el ardor y la devoción con la que desarrolló su ministerio» este purpurado africano, que fue también presidente de la Conferencia Episcopal de la República Democrática del Congo, al tiempo que evoca su «gran labor apostólica» y «su compromiso en la promoción de los pueblos del continente africano».
Frederic Etsou, cardenal congoleño, nació el 3 de diciembre de 1930 en Mazalaga (Congo) y falleció el 6 de enero de 2007 en Lovaina (Bélgica).