BARCELONA.-
Son cuarenta presos, dos de ellos mujeres, y con más de 71 años de edad los que cumplen de forma efectiva su deuda con la justicia privados de libertad. Sus delitos son variopintos, pero pese a su avanzada edad no se han visto beneficiados de la reclasificación que la Administración penitenciaria catalana ha aprobado para el abogado Juan Piqué Vidal, de 73 años y condenado por extorsionar a empresarios a los que él mismo defendía, una propuesta que le permitirá salir de prisión de lunes a viernes.Así lo publicó este diario el pasado 18 de diciembre.
El Departament de Justícia defiende la decisión de la Junta de Tractament de Brians, el centro penitenciario donde ingresó en ejecución de la condena de siete años de prisión impuesta por el TSJC una vez fue confirmada por resolución del Tribunal Supremo.Alegan fuentes penitenciarias que «la edad no lo es todo», esto es, que no es motivo suficiente para progresar en grado pero se valora junto a otros elementos a la hora de resolver la situación de un recluso.
La Administración penitenciaria alude así a la aplicación del artículo 100.2 del Reglamento Penitenciario, que bajo el paraguas del «principio de flexibilidad» en la clasificación de los internos, abre las puertas a la valoración particular y subjetiva de la situación de todos y cada uno de los presos que puede beneficiarse de mejoras en la ejecución de su pena. El pasado lunes 8 de enero, la Audiencia de Barcelona internaba a un hombre de 83 años acusado de delito fiscal.
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