Martes, 16 de enero de 2007. Año: XVIII. Numero: 6239.
ÚLTIMAS NOTICIAS TU CORREO SUPLEMENTOS SERVICIOS MULTIMEDIA CHARLAS TIENDA LOTERÍAS
Primera
Opinión
España
Mundo
Ciencia
Economía
Motor
Deportes
Cultura
Comunicación
Última
Índice del día
Búsqueda
 Edición local 
M2
Catalunya
Baleares
 Servicios 
Traductor
Televisión
Resumen
 de prensa
Hemeroteca
Titulares
 por correo
 Suplementos
Magazine
Crónica
El Cultural
Su Vivienda
Nueva Economía
Motor
Viajes
Salud
Aula
Ariadna
Metrópoli
 Ayuda 
Mapa del sitio
Preguntas
 frecuentes
Con el puño cerrado no se puede intercambiar un apretón de manos (Gandhi)
 CATALUNYA
Del Poble Sec a Brians
Hijo de unos comerciantes de ultramarinos del barrio de BCN llegó a ser uno de los hombres más poderosos de Barcelona

BARCELONA.- La historia de Juan Piqué Vidal es la de un hombre humilde que tras alcanzar lo más alto de su profesión sucumbió ante la tentación del delito. Hijo de los propietarios de una tienda de ultramarinos, Piqué luchó contra los prejuicios de una Barcelona franquista que vetaba a los advenedizos el acceso con éxito al mundo del Derecho, y ganó. Fue gracias a su perseverancia, a su habilidad y también a su matrimonio: casó con una militante supernumeraria del Opus perteneciente a la alta sociedad de Barcelona.

A partir de ahí, su camino sólo podía ser ascendente y participó en los procesos más célebres de la época. Defendió al escritor y senador Carlos Barral de un delito de injurias a la religión, intervino como denunciante en el caso Sofico, un escándalo económico que hizo tambalear los cimientos de la España de los 70. Sin embargo, lo que le catapultó al primer puesto entre los abogados de Barcelona fue la defensa del president Jordi Pujol en el caso Banca Catalana.

Luego defendió al financiero Javier de la Rosa y llegó a ser secretario del Consejo de Administración del Grupo Torras y de Grand Tibidabo. No empezó a ser relacionado con el caso Estevill hasta 1996. Desde entonces, su estrella fue apagándose lenta pero inexorablemente. Se empecinó en negar la mayor en los procesos abiertos contra él por extorsión, y no cejó en su reivindicación de inocencia ni cuando el mismo Pascual Estevill puso su cabeza en bandeja para obtener un trato más beneficioso ante la Fiscalía.

Con De la Rosa descubrió que más importante que el dinero es el poder y que la información es poder. Fue a partir de entonces cuando empezó a utilizar la información privilegiada que poseía de sus clientes para organizar su repulsivo negocio junto al juez Lluís Pascual Estevill. Piqué filtraba informaciones comprometidas que había obtenido de sus clientes bien a la prensa bien a testaferros que actuaban en su nombre firmando y presentando las querellas que hiciera falta.

Estevill y Piqué manipularon el reparto de los juzgados para que los grandes casos acabaran en el despacho del primero. Y llegaba la trampa: Piqué informaba al cliente de que el juez era un loco que le metería en la cárcel si no accedía a pagar sobornos millonarios.

Muchos, la mayoría, pagaron sin saber que juez y abogado se repartían alegremente el botín mientras pensaban en nuevas presas a las que dar caza. Hasta que dieron con empresarios más duros de roer de lo que pensaban y la Fiscalía se convenció que tanta inquina contra la Burguesía exhibida por Estevill ocultaba algo que olía a podrido y hacía que Barcelona oliera a podrido.

recomendar el artículo
portada de los lectores
copia para imprimir
Información gratuita actualizada las 24 h.
 SUSCRIBASE A
Más información
Renovar/Ampliar
Estado suscripción
Suscríbase aquí
Suscripción en papel
  Participación
Debates
Charlas
Encuentros digitales
Correo
PUBLICIDAD HACEMOS ESTO... MAPA DEL SITIO PREGUNTAS FRECUENTES

elmundo.es como página de inicio
Cómo suscribirse gratis al canal | Añadir la barra lateral al netscape 6+ o mozilla
Otras publicaciones de Unidad Editorial: Yo dona | La Aventura de la Historia | Descubrir el Arte | Siete Leguas

© Mundinteractivos, S.A. / Política de privacidad