OSCAR BOLANCELL
IGUALADA.-
Un niño de ocho años resultó gravemente herido ayer por la tarde tras ser atropellado por un tren de los Ferrocarrils de la Generalitat en Igualada. El accidente se produjo en la misma estación de la capital de la Anoia, cuando cruzó un paso a nivel que tenía la barrera bajada. Como consecuencia del impacto el niño sufrió un traumatismo craneoencefálico y se le tuvo que amputar una parte de los dedos del pie izquierdo.
Los hechos ocurrieron alrededor de las 14.50. El pequeño, Jounes M., de nacionalidad marroquí y vecino de Igualada, se dirigia solo al colegio CEIP Gabriel Castellà, que se encuentra a menos de 50 metros de la estación. Para llegar hasta el centro hay que cruzar la via por la avenida Montserrat. Un paso a nivel controlado por barreras, que en el momento del accidente estaban bajadas. Sin embargo, y por motivos que se desconocen, el niño cruzó la vía justo en el instante que salía un tren de la estación con destino a Barcelona. El maquinista no pudo reaccionar a tiempo y el convoy golpeó al niño, que salió proyectado unos metros hasta caer al suelo. A pesar del grave accidente, en ningún momento el pequeño perdió el conocimiento.
Inmediatamente se dio aviso al sistema de emergencias. Hasta el lugar se desplazó un vehiculo del SEM, que atendió al pequeño allí mismo. Las primeras valoraciones médicas apuntaban que había sufrido un traumatismo severo y que podría ser que se le acabase amputando el pie izquierdo. Una vez estabilizado, un helicóptero medicalizado del RACC fue el encargado de trasladar al niño al Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona, donde un parte más exhaustivo confirmó un traumatismo craneal y descartó la amputación de todo el pie. Aún así, los médicos no pudieron salvarle una parte de los dedos. En ningún momento se temió por la vida del niño.
El hecho de que el tren acabase de salir de la estación evitó seguramente un mal mayor. Algunos testigos confirmaron este extremo asegurando que el tren no iba a gran velocidad porque hacía tan sólo unos segundos que había tomado la marcha. La estación de Ferrocarrils se encuentra a unos 40 metros del paso a nivel donde se produjo el accidente.
Fuentes policiales han descartado problemas en la señalización del paso a nivel y han asegurado que en el momento del atropello funcionaba «correctamente».
Como consecuencia del accidente, el servicio de trenes quedó suspendido. Los pasajeros del tren implicado, sin embargo, pudieron viajar hasta Barcelona en autobús. La afectación de los trenes duró una hora. A las cuatro menos cuarto de la tarde, la compañía ferroviaria restablecía el servicio con absoluta normalidad.
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