A principios del mes de noviembre, Andreu, que hubiera deseado dejar la presidencia antes del inicio de la presente temporada, ya puso su cargo a disposición de los accionistas. Muy a su pesar, no hubo consenso para acordar quién debía ser su sucesor debido a la división existente en el accionariado entre las opciones de Jordi Virgili y José Luis Vilar.

Muchos indicios apuntan a una salida inminente del dirigente.Tras la derrota ante el Getafe, Andreu ya tardó más de lo habitual en salir del Nou Estadi. Al todavía presidente se le vio conversando con algunos consejeros especialmente preocupado, e hizo algunas declaraciones a los medios de comunicación poco habituales en él.

Además, las últimas declaraciones públicas del alcalde de Tarragona, Joan Miquel Nadal, podrían haber colmado su paciencia. Cabe recordar que el Ayuntamiento de Tarragona es uno de los máximos accionistas del club, y el hecho de que Nadal criticase abiertamente al presidente Andreu y asegurase que el descenso del Nàstic sería «un fracaso» no gustó nada al mandatario grana.

Por si fuera poco, el pasado domingo, el alcalde, pese a que sabía que sus palabras no habían sentado nada bien en el seno del club, se presentó como si nada en el palco del Nou Estadi para presenciar el partido del Nàstic frente al Getafe. El encuentro acabó en derrota y hundió aún más a los grana en la tabla clasificatoria de Primera.

En la reunión del consejo de administración de hoy estaba previsto valorar la opinión del alcalde y responderle de manera oficial, pero quizá cambie el signo del encuentro para tener que anunciar el abandono definitivo de Andreu.