El cambio de 'look' ha hecho madurar su imagen. Alonso parece mayor. Este pasado invierno decidió cortarse el pelo, casi siempre generoso, que ha lucido durante los últimos años. Ahora, tocan patillas marcadas y corte al dos. «Tenía ganas de hacerlo, pero no me atreví antes por superstición. Una vez que volví a ganar el Mundial ya no me lo pensé», reconocía ayer desde su traje Hugo Boss tono pastel. Atrás también quedó la deportiva estética que gastaba en Renault. En su nueva aventura vestirá la elegante marca alemana en vez de la desenfadada Gurú, su anterior patrocinador.
Su aspecto ha cambiado, por motivaciones propias y exigencia de los contratos. Este año superará los 30 millones de euros entre la ficha de McLaren y los ingresos por publicidad. Sin embargo, Alonso quiere seguir tranquilo, que su vida no cambie fuera de las pistas. El torbellino en el que se vio metido a finales del pasado año por su presunta boda con Raquel del Rosario le enfadó profundamente. «Fueros los peores meses del año. Es lamentable que te pases todo el año luciendo los colores de tu país por todo el mundo y que luego te pase esto. Es patético para España», apuntó todavía molesto con la 'prensa rosa' por las especulaciones sobre su vida íntima.
|