J. R.
Mide poco más de 1,70 metros y pesa 68 kilos. Ayer, en la comida oficial, parecía un miembro más del ejército de operarios y camareros. Vestido de 'sport', todo de negro, Lewis Hamilton abría los ojos con asombro. Será el segundo piloto de McLaren, el escudero de Alonso, tras una polémica decisión tomada por Ron Dennis. Se decantó por el inglés de 21 años antes que por Pedro Martínez De la Rosa. Apuesta arriesgada. «Estoy aquí para aprender de Fernando. Es un privilegio enorme la oportunidad que se me presenta. No tengo miedo», se defendía ante la prensa.
El chico entró en la órbita de McLaren con sólo 10 años, cuando Dennis se quedó prendado de él en una exhibición de karts. Después, el piloto le pidió una oportunidad y el jefe de la escudería decidió apadrinarle. Ahora, un MP4-22 le espera con el asiento a su medida. El año pasado triunfó en la GP2, pero la F1 es otra dimensión. «Me estoy preparando física y mentalmente. Voy muchas horas al gimnasio y mantengo reuniones a diario con los ingenieros. Estoy estudiando el coche, quiero estar listo para la primera carrera. Busco mi primer podio, y después ya veremos». Lewis está entre los mayores, ahora apenas tiene tiempo para tocar la guitarra o ver los partidos del Arsenal, sus dos pasiones.
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