Aceleración.

El monoplaza de Fernando Alonso pasa de 0 a 96 km/h en 2,3 segundos, de 0 a 160 km/h en 3,6 segundos y de 160 a 0 km/h en 6,6. La frenada puede llegar a ser salvaje. Si los pilotos tuvieran una incidencia y necesitaran decelerar de inmediato, los estudios de los ingenieros señalan que de 296 km/h se puede detener el vehículo completamente en tan sólo 3,5 segundos.

Seguridad.

El diseño incorpora tres sofisticados elementos destinados a la protección y seguridad, como obliga el nuevo reglamento. La parte trasera del coche es completamente nueva, con una estructura antichoque. La Federación Internacional (FIA) exige una lámina extra de seis milímetros de espesor para evitar la irrupción de cualquier objeto externo en un accidente. También se ha mejorado la protección frontal del piloto, con materiales (fibra de carbono) resistentes a grandes golpes. La velocidad de impacto que aguanta ha aumentado de 14 a 15 metros por segundo, con una deceleración más suave por delante y por detrás.

Fabricación.

El McLaren de 2005, con el que la escudería ganó 10 carreras, echó a perder el campeonato por la escasa fiabilidad. Un año después, el equipo erró cuando tuvo que desarrollar el V8 y no conquistó ningun gran premio. «Algunos equipos podían fallar, y McLaren fue de los perjudicados, pero han aprendido mucho del pasado curso», según Fernando Alonso. Ron Dennis sueña ahora con el monoplaza que ayer presentó. Dicen que lo ha cuidado como a un hijo. No quiere defraudar a su nuevo piloto líder. El desarrollo del MP4-22 ha supuesto la elaboración de 4.500 componentes y 3.500 diseños. Aun así, se sigue trabajando. «Un tercio del monoplaza cambiará de aquí al 18 de marzo, cuando comienza el Mundial», explica Pedro Martínez de la Rosa. El programa de McLaren es incorporar cada tres o cuatro semanas, a lo largo de la temporada, nuevos componentes aerodinámicos.

Motor.

El propulsor con el que terminó McLaren la pasada temporada, en el Gran Premio de Brasil, fue homologado por la FIA, que obligó a congelar los motores de los coches por cuatro temporadas para bajar los grandes costes que soportan las escuderías. Sin embargo, los equipos apurarán al máximo el reglamento para que los V8 sigan avanzando. El modelo de 2007 se conoce como Mercedes-Benz FO108T V8 de 95 kilos, una versión evolucionada de la de la anterior campaña. El límite de giro se ha establecido en 19.000 rpm, aunque el diseño que montará el McLaren ya ha sido probado con éxito a 20.000 revoluciones por minuto. Tras el sello de la FIA, sólo se podrán modificar sistemas secundarios, como el de la alimentación de combustible o los anclajes que fijan el chasis.

Neumáticos.

La marcha de Michelin deja a Bridgestone como único suministrador. Equipos como McLaren o Renault deben modificar sus monoplazas para adecuarse a las nuevas gomas que, sin embargo, lleva años calzando Ferrari. Los Bridgestone Potenza, el modelo que se utilizará en el Mundial 2007, tienen una gran importancia en la dinámica del chasis del MP4-22 y en la aerodinámica. La estela de los neumáticos afecta a toda las estructuras de la parte inferior del frontal. Los ingenieros del equipo han utilizado un software CFD (que simula el flujo aerodinámico) con el fin de optimizar al máximo la eficacia de los nuevos compuestos, ahora más duros que los Michelin. «Pensábamos que Ferrari tendría a estas alturas más ventaja, pero después de las primeras pruebas hemos visto que nos podemos adaptar bastante bien a las ruedas nuevas. Partiremos en igualdad», apuesta Fernando Alonso.