P. ALVAREZ
VALENCIA.-
El Levante sigue alimentando su esquizofrenia en su relación con los entrenadores. Ayer sorprendió al anunciar la destitución de Juan Ramón López Caro al frente del banquillo tras una reunión del consejo de administración a última hora de la mañana. A través de un escueto comunicado en su página web, el club informó sobre el cese del entrenador y remitió a los medios a una rueda de prensa vespertina en la que el presidente de la entidad, Julio Romero, explicó los motivos de su destitución y anunció el nombre del nuevo entrenador, Abel Resino, que llegó a la sala de prensa del Ciudad de Valencia 10 minutos después de la intervención del presidente.
«El consejo ha decidido la destitución de López Caro previo acuerdo con la secretaría técnica», comentó Romero, que aprovechó la ocasión para agradecer la labor del ex entrenador. «Ha trabajado bien, pero los resultados mandan y las indicaciones de la secretaría técnica eran que había que cambiar. En los últimos nueve encuentros tan sólo hemos ganado uno y pensamos que hay mejor plantilla de lo que refleja la clasificación».
El ex guardameta del Atlético de Madrid llega avalado por su buena trayectoria en el Ciudad de Murcia, equipo con el que a punto estuvo de conseguir el ascenso a Primera División. Permanentemente cuestionado desde su llegada, López Caro se marcha sin hacer ruido, pero con la sensación de haber sido ultrajado por parte de un consejo que nunca confió en él. Después de haber dirigido al Madrid tan sólo unos meses, tampoco ha podido completar la temporada en su segunda experiencia en Primera.
Tras el abandono de la presidencia del máximo accionista del club, Pedro Villarroel, después del último encuentro del año ante el Osasuna, López Caro recibió hasta dos ratificaciones por parte del nuevo consejo.
El presidente.
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