No obstante, su rueda de prensa fue la mejor noticia que se ha vivido en el Camp Nou en un último mes y medio para olvidar. Tras la derrota en el Mundial de Clubes, la pérdida del liderato, y los nefastos guarismos en los últimos cinco partidos, con una sola victoria y sólo cinco goles a favor, nada como la habilidad dialéctica de Eto'o para creer que lo peor pasó.

Eto'o se presentó en la rueda de prensa arropado por el capitán del equipo, Carles Puyol, su representante, José María Mesalles y el controvertido ex directivo del Barcelona Alejandro Echevarría, a quien el futbolista se refirió como el todopoderoso. El Pichichi de la Liga de la pasada campaña quiso dejar claro que no forzará un regreso prematuro. «Quiero volver al 100%, no para parar una semana o dos. Quiero disfrutar muchos años de este deporte y no voy a arriesgar la rodilla por dos días».

Tal vez por eso, el camerunés fue el responsable del extraño veto a las cámaras durante el entrenamiento que realizó. «Fue una decisión mía, era un entrenamiento más para los técnicos que para cualquier otro. Quiero que vean cómo estoy con la mayor serenidad posible. «No sé por qué, pero sí tenía nervios», confesaba. «Cuando me he puesto las botas, me he sentido como un pato».

El único momento tenso de su comparecencia llegó cuando le preguntaron si se sentía el salvador del equipo. «No soy el salvador de nadie. Si no se reconoce lo que uno ha hecho antes, cómo voy a ser el salvador. Siempre veo a mis compañeros bien», apuntó. Los números recuerdan que con él sobre el campo, el Barça logró 10 puntos, de 12 posibles en Liga, mientras que sin él, ha logrado 25 de 39. Y el propio Eto'o dio muestra de tener los guarismos aprendidos: «Sé lo que valgo y si alguien duda de mí es su problema. Ahí están los números».

Mientras, el Barça tendrá esta noche una ocasión ideal para lavar la humillante imagen ofrecida en el derbi. Los azulgrana reciben al Alavés (21.00 horas, PPV), en octavos de final de la Copa del Rey. Saviola será titular en un partido cómodo.