Andalucía, pese a figurar en la cola en el cuadro publicado por Funcas respecto al desarrollo regional (índices relativos por habitante y en poder de compra), se encuentra a la cabeza de la lista cuando lo que se determina es el nivel de las comunidades más consumidoras. «En cuanto al consumo privado», precisa el estudio de Funcas, «las autonomías más consumidoras con relación a su renta interior bruta fueron, en 2005, Andalucía, Asturias y Galicia. Por el contrario, las que menos gastaron fueron Valencia, País Vasco y Navarra.
Barcelona, la más cara; Badajoz, la más barata
Barcelona fue la ciudad más cara en 2005 a la hora de analizar el nivel relativo de los precios y la capacidad de compra. En el otro lado de la balanza se situó Badajoz. De hecho, los precios en Barcelona fueron un 24% más caros de media que los registrados en la ciudad extremeña. Curiosamente, entre las seis regiones más caras de España se encuentran tres provincias catalanas, ya que, tras Barcelona, se sitúa Gerona (segunda) y Lérida (sexta). Badajoz, Soria, Cuenca, Cáceres y Salamanca son las ciudades más baratas.
La inmigración condiciona la creación de empleo
También en el tema del empleo el fenómeno de la inmigración ha supuesto variaciones significativas en los últimos años. Así, se precisa que el mayor crecimiento del empleo en términos relativos se situó en provincias como Almería, Murcia y Granada, además de provincias costeras andaluzas como Málaga y Huelva y, por otro lado, provincias como Guadalajara, Tenerife, las provincias catalanas, Baleares y Toledo. Los menores incrementos en el empleo se registraron en zonas afectadas por la despoblación: Lugo, Soria, León u Orense.
Se disparan las diferencias sobre la población
El informe publicado por Funcas pone de relieve que la evolución económica y el impacto de la inmigración están acentuando las diferencias demográficas entre las distintas regiones españolas. Las distancias entre Madrid y Soria son abismales. Mientras Madrid contaba en 2005 con 775,5 habitantes por kilómetro cuadrado; Soria tenía 9,1 habitantes en esa misma superficie. Las grandes ciudades, la costa y las islas apuntan al alza, mientras que el interior y las provincias limítrofes con Portugal sufren descensos de población.
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