AGUSTIN YANEL
MADRID.-
Josep Antoni Duran Lleida considera «un error» que José Luis Rodríguez Zapatero decidiera comparecer en el Congreso de los Diputados, ayer, para informar sobre la política antiterrorista. Por eso, su intervención se centró en pedir la unidad de todos los partidos políticos democráticos para combatir a ETA y en no hacer mucho «ruido» con este asunto.
Por coherencia con esa afirmación, el portavoz de Convergència i Unió (CiU) ahorró casi cuatro minutos de los 20 que tenía para su primera intervención y sólo empleó dos de los 10 para la réplica.
Duran Lleida explicó por qué cree que este debate no debería haberse celebrado: porque ETA no debe marcar la agenda de la actividad política ni del Parlamento, porque es muy importante la unidad de todos los partidos y reconocer que el Gobierno debe dirigir la lucha antiterrorista -lo que no supone que tengan que hacer «exactamente» lo que quiera el Ejecutivo de Rodríguez Zapatero, precisó- y, finalmente, porque el presidente no debe explicar en el Congreso la información que tiene sobre una materia tan delicada como ésta.
Dejó bien claro que CiU apoyará siempre al Gobierno en la lucha contra el terrorismo, aunque se produzca un fracaso como el que ha habido ahora. «Otros lo hicieron, y también éste tiene derecho a intentarlo, incluso a fracasar», dijo.
Duran Lleida coincidió con Rodríguez Zapatero en el llamamiento a la unidad. «Empecemos de nuevo», dijo. «Todos, sin excepción, porque no hay ningún mal nacido en esta Cámara y todos deseamos que ETA deponga las armas», aseveró.
Durante su intervención -muy elogiada por otros parlamentarios y por periodistas, y que provocó aplausos del PSOE y otros grupos en dos ocasiones- Duran Lleida afirmó: «No sustituyamos la esperanza desmesurada que ha habido antes del día 30» -cuando un comando etarra hizo estallar los explosivos en el aeropuerto madrileño de Barajas- «por la desesperanza al día siguiente, porque eso es exactamente lo que querría ETA».
Se mostró en contra de que el Congreso anule la resolución que aprobó en mayo de 2005, por la que se autorizó al Gobierno a iniciar una negociación para buscar la paz siempre que no existiera violencia, como ha solicitado el PP, y terminó con esta reflexión: «ETA vive también de la división de los demócratas. ¿Ha habido hoy división aquí? Mucho me temo que sí».
Responsabilidad. «No es responsable del fracaso [del 'proceso de paz'] el PSOE, ni CiU, ni el PNV, ni el Gobierno, ni el PP. El único responsable es la organización criminal ETA».
Un pacto nuevo. «Debe ponerse el contador a cero. Ninguno de los anteriores pactos nos es útil para afrontar el futuro».
Proyecto. «Este Congreso no debe anular sus actos porque ETA haya puesto una bomba el día 30 de diciembre».
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