ESTRASBURGO. - El Pleno del Parlamento Europeo guardó ayer un minuto de silencio en memoria de las dos últimas víctimas mortales de ETA. Su presidente saliente, José Borrell, condenó, en nombre de la institución, el «salvaje acto terrorista» con el que la banda «ha roto el alto el fuego y el proceso iniciado por el Gobierno español».
«En democracia», dijo Borrell, «el diálogo es radicalmente incompatible con la violencia», y añadió: «La paz, la convivencia en libertad y el respeto a los derechos humanos son innegociables».
El todavía presidente expresó el apoyo de la Eurocámara «a las instituciones democráticas españolas en su lucha contra el terrorismo etarra» y la «esperanza de todos los demócratas europeos de que los españoles conseguirán, más pronto que tarde, el fin de la violencia».
Por su parte, los eurodiputados socialistas españoles que ayer por la mañana expresaron su intención de apelar de nuevo al apoyo de la UE en favor del Gobierno y llamar a la unidad de las fuerzas democráticas optaron por expresar su postura a través de un comunicado.
El presidente de los socialistas españoles en la Eurocámara, Enrique Barón, señaló que «este brutal atentado ha sido el punto y final de un proceso que muchos ciudadanos pensamos que nos podría conducir a erradicar el terrorismo en nuestro país. No ha sido así», recalcó, «porque la democracia española nunca aceptará el chantaje de la violencia».
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