Martes, 16 de enero de 2007. Año: XVIII. Numero: 6239.
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 MADRID
Transportes
Nueva parada en la línea de Barajas
Más de 10.000 vecinos de Pinar del Rey tienen desde ayer una nueva estación de Metro que provocará que se tarde cinco minutos más en llegar en suburbano al aeropuerto
LUIS ANGEL SANZ

Siete años después de que la línea 8 de Metro comenzara a pasar -sin detenerse- bajo sus casas, en 2002, los vecinos de Pinar del Rey cuentan, por fin, con una parada que les enlaza con toda la red. Tras Alameda de Osuna, Aviación Española, Carabanchel Alto y el PAU del distrito, ayer le tocó el turno a Hortaleza. La nueva estación de la Línea 8 fue inaugurada por la presidenta de la Comunidad, Esperanza Aguirre, y por el alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, y se abrió al público a las 15.00 horas.

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La nueva parada de la línea 8 está entre Colombia y Mar de Cristal y conectará a más de 10.000 vecinos de los barrios de San Matías y San Fernando (Hortaleza) con el centro y con el aeropuerto. Eso sí, la obra tiene un inconveniente que durante años impidió que se construyera.

El anterior presidente y ahora alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, siempre se opuso a construir la estación porque la Línea 8 se concibió como una conexión rápida con Barajas, casi una lanzadera que unía Nuevos Ministerios con la Terminal 2 (T-2) en 12 minutos. «En 12 minutos y cada siete minutos», rezaba la publicidad a imagen y semejanza de la que puso el Metro de Londres cuando unió el aeropuerto de Heathrow con el centro de la capital británica «en 15 minutos y cada 15 minutos».

La obra fue en parte cofinanciada por la Comisión Europea. Y Bruselas puso una condición: que la Línea 8 fuera una conexión rápida del aeropuerto con el centro de la ciudad.

Sin embargo, Aguirre decidió desde un primer momento atender esta histórica reivindicación vecinal en perjuicio de la rapidez de la conexión con el aeropuerto. Desde ayer, Barajas está cinco minutos más lejos del centro a través del Metro. Recorrer el tramo Nuevos Ministerios-Aeropuerto durará entre 16 y 17 minutos (frente a 12) al tener paradas en Colombia, Pinar del Rey, Mar de Cristal y Campo de las Naciones. El tramo Colombia-Mar de Cristal era uno de los más largos y rápidos de la red. El tren podía ponerse a 90 kilómetros por hora porque la longitud del tramo se aproxima a los cinco kilómetros. Desde hoy, la velocidad de los convoyes también mermará y para mantener la frecuencia de siete minutos, será preciso poner más trenes en circulación.

En la inauguración, la presidenta explicó que la ampliación proyectada -90 kilómetros de Metro, incluyendo tramos en superficie- «está ya ejecutada a un 99%» y que dentro de cuatro meses, Metro tendrá 319 estaciones y 322 kilómetros.

Esta ampliación -«la mayor de la historia», según repitieron por enésima vez los responsables autonómicos- acercará «el medio de transporte más rápido, cómodo, ecológico y seguro», a un millón de ciudadanos más. La ampliación actual es la primera que incluye estaciones intermedias en líneas existentes, como ocurre en Pinar del Rey y como sucederá en Arganzuela-Planetario, que se abrirá a finales de enero en la 6.

Construir la estación de Pinar del Rey ha costado 39,82 millones de euros. La boca está en la Gran Vía de Hortaleza a la altura de la glorieta de Francisco Fernández Ordóñez. La estación cuenta con ascensor y escaleras mecánicas hasta la calle.

Como detallaron fuentes de Mintra, la empresa pública que construye el Metro, para construir la nueva estación se han empleado 29.000 metros cúbicos de hormigón.

Los vecinos de Hortaleza dieron ayer la bienvenida a su estación pero le encontraron importantes peros. En primer lugar, se ha instalado una marquesina enorme en la boca de la estación, necesaria para proteger las escaleras mecánicas hasta la calle, pero molesta para los vecinos. El jueves, responsables de la Consejería de Transportes se reunirán con ellos para tratar de solucionar el problema. Además, unos 200 vecinos recibieron al alcalde con gritos y pitidos y armados con las pancartas y eslóganes que el regidor ya conoce bien: «¡No, no, no! Parquímetros no!».

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