o es ningún secreto, pero este atlas lo va a certificar. Que la región madrileña es una de las más afortunadas en cuanto a su variedad natural y estado de conservación de su medio ambiente, no es ningún secreto. A partir de ahora, va a quedar constancia de ello en esta valiosa publicación, recién presentada por la Consejería de Medio Ambiente regional.
La Comunidad de Madrid ha editado el atlas El Medio Ambiente en la Comunidad de Madrid, primer atlas regional donde se ha reunido toda la información existente hasta la fecha en esta materia.
Con un fin eminentemente didáctico, aunque también para ayudar a conservarlos, la publicación concentra una variada información que en algunos casos ya era conocida, mientras que en otros aspectos resulta completamente novedosa.
Naturaleza y estado de los suelos, los espacios naturales, montes de utilidad pública, caza y pesca están entre los primeros. El paisaje y la red de sendas de la región deben incluirse entre los segundos.
Sin negar su carácter divulgativo, el vicenconsejero de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, José Trigueros, señaló en el acto de su presentación que este Atlas «es algo más, pues implementa nuestras obligaciones de mantener informados a los madrileños sobre la riqueza ambiental del territorio de su región, al tiempo que les conciencia de la necesidad de protegerla y defenderla».
La publicación cuenta con 68 mapas temáticos de gran detalle y precisión, que proceden de los fondos documentales cartográficos de la Comunidad de Madrid.
Como el resto de los contenidos, han sido elaborados por el personal técnico de la Consejería, en una ingente labor que les ha mantenido ocupado durante dos años.
«Se trata de una recopilación absolutamente inédita que ha realizado el Area de Información y Documentación Ambiental de la Consejería de Medio Ambiente, siendo algunos de ellos de absoluta novedad», señaló el director general de Promoción y Disciplina Ambiental. Es el caso de los de fauna, Reservas de la Biosfera e infraestructuras y residuos.
La obra se estructura en 6 grandes áreas: Mapas políticos, El medio físico, Medio natural y paisaje, Areas naturales protegidas, Edicación ambiental y actividades al aire libre y calidad ambiental.
La primera parte incluye mapas políticos generales del territorio español, así como de la región madrileña, donde se ofrecen datos como división administrativa, superficie y población del territorio de las diferentes comunidades autónomas, refiriéndose del mismo modo, datos sobre las provincias (50), los municipios (8.109) y la superficie regional (Madrid, tiene un territorio de algo más de 8.000 kilómetros cuadrados, distribuidos en 179 términos municipales).
En la segunda se reúne la información del relieve y del clima, hidrología, hidrogeología, litología, fisiográfica y otros asuntos relacionados con la naturaleza de los suelos madrileños. La distribución por municipios y zonas madrileños de las temperaturas y precipitaciones medias anuales, cuyos mapas ilustran esta información, aquí son recogidas.
La tercera parte compila la riqueza natural así como la biodiversidad. Aquí se ofrece información sobre la fauna madrileña de una manera que antes no ha sido ofrecida, estableciéndose para las especies animales silvestres una clasificación según las siguientes categorías: En Peligro de Extinción, Sensibles a la Alteración de su Hábitat, Vulnerables y De Interés Especial.
Por primera vez en una obra de su estilo, aquí se contempla el paisaje como elemento decisivo para determinar la calidad del medio ambiente. Así lo admitió Trigueros, al señalar la enorme fragilidad de este elemento, hasta el punto de «tener consideración de variable fundamental, a la hora de determinar la ordenación del territorio».
En el atlas aparecen los diversos parámetros que han sido utilizados para determinar algo tan difícil de medir como es el estado y la calidad de cada uno de los paisajes madrileños. Como curiosidad, debe reseñarse aquí que la visión de esta novedosa información, obliga a concluir que todos los factores que inciden sobre la calidad y grado de amenaza de un paisaje tienen su origen, de manera directa o indirecta, en la actividad que realizan los humanos en la naturaleza.
El viceconsejero de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, señaló el papel de notario que ejerce este mapa sobre el estado natural de una región «que, a pesar de soportar una elevada densidad de población en su territorio, es la Comunidad Autónoma que cuenta con más espacios naturales protegidos entre las del Estado español».
En el cuarto capítulo se analizan aspectos igual de llamativos, como es el caso de las áreas naturales protegidas y sus planes de ordenación, así como los embalses y zonas húmedas.
El quinto capítulo de la publicación, está consagrado a la educación ambiental y a las actividades al aire libre que pueden practicarse dentro del territorio madrileño.
La última parte del atlas recoge mapas que atañen a diferentes aspectos de la calidad ambiental, infraestructuras de abastecimiento y saneamiento de aguas, gestión de los residuos y Red de Control de Calidad del Aire.
Por último, el atlas concluye con un útil glosario de términos, que facilita la asimilación de sus contenidos. Aquí se recogen palabras poco utilizadas y de difícil comprensión para la mayoría. Algunos de estos vocablos tienen raíces populares, como es el caso de raña, cárcava y soto, mientras que otras son origen eminentemente técnico y científico, como fisiografía, precámbrico y metamorfismo.
Con una primera tirada de 2.000 ejemplares, así como 8.000 CD de idéntico contenido, el atlas va dirigido, sobre todo, para los diferentes centros de enseñanza de la región. Ya ha comenzado a repartirse de manera gratuita en colegios e institutos, con el fin de ayudar en sus tareas formativas sobre el medio natural.
Los ciudadanos interesados podrán adquirir este atlas al precio de 12 euros unidad. Del mismo modo, todos sus contenidos son accesibles de manera gratuita en la dirección de internet: www.madrid.org.
DE LOS ESPACIOS NATURALES A LA GESTION DE RESIDUOS
Espacios Naturales. Los espacios naturales protegidos de la Comunidad de Madrid abarcan el 60 por ciento de todo su territorio. Esto supone que la región es, porcentualmente, la Autonomía que más protege su naturaleza.
Especies silvestres. El Atlas recoge más de un centenar de especies silvestres que residen en su territorio. Las que padecen una situación más crítica son: águila imperial ibérica, águila perdicera, buitre negro, cigüeña negra y cernícalo primilla entre las aves; desmán de los Pirineos y nutria entre los mamíferos; galápago europeo y tritón alpino como reptil y anfibio; barbo comiza, colmilleja y calandino entre los peces y la mariposa apolo entre los invertebrado.
Zonas húmedas. En la región madrileña se localizan 11 zonas húmedas protegidas, entre lagunas, lagunillas, humedales, sotos y charcas. También hay 11 embalses, cada uno de los cuales cuenta con su respectivo plan de ordenación del territorio.
Calidad ambiental. A efectos de gestión de los residuos, la región madrileña está dividida en tres zonas: Norte, Este y Sur que, a su vez, se dividen en 5 Unidades Territoriales de Gestión de Residuos. Existen 9 estaciones de transferencia, 5 vertederos, 6 plantas de clasificación de envases, dos plantas de compostaje, una de biometanización, una de valorización energética, 4 de residuos de la construcción, una de tratamiento físicoquímico de residuos peligrosos y un depósito de seguridad.
SENDAS Y ACTIVIDADES AL AIRE LIBRE
La red de sendas, caminos, vías pecuarias y demás senderos de naturaleza, es uno de los más valiosos patrimonios naturales con los que cuenta la región para el ocio de sus ciudadanos.
Algunas de ellas son rutas históricas que han llegado hasta nuestros días, mientras que otras han sido trazadas más o menos recientemente, como la Senda del Rey, señalizada por Ecologistas en Acción o el Sendero de Gran Recorrido GR-10, diseñada por los grupos senderistas madrileños.
Hay otro grupo de sendas que han sido abiertas por los municipios, así como por otras entidades, como es el caso de la Vía Verde del Tajuña, por parte del Ministerio de Medio Ambiente y RENFE.
Por último, están las vías pecuarias, en especial las cañadas reales, que cruzan todo el territorio madrileño, sin dejar fuera la propia capital.
Por su parte, la Consejería de Medio Ambiente regional ha acondicionado un conjunto de sendas con objeto de facilitar a los madrileños el contacto con el medio natural. Se trata por lo general de rutas de fácil acceso y no demasiado complicadas, hasta el punto de que la mayoría de ellas pueden recorrerse de manera autoguiada.
Estas últimas suelen estar en las cercanías de los Centros de Educación Ambiental y de las diferentes áreas recreativas que se esparcen por la región.
Dichos lugares se organizan en la Red de Centros de Educación Ambiental, que incluye a 11 de tales espacios. Como puede verse en la cartografía incluida en el atlas 'El Medio Ambiente en la Comunidad de Madrid', su distribución no es uniforme por todo el territorio madrileño, sino que se circunscribe a los lugares de mayor interés natural, concentrados sobre todo en el entorno de la Sierra de Guadarrama.
Por su parte, en la actualidad hay 90 áreas recreativas que, del mismo modo, se reparten por la Sierra de Guadarrama y también en las cercanías de los cursos fluviales.
