Martes, 16 de enero de 2007. Año: XVIII. Numero: 6239.
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Seat y Skoda deben complementar la marca VW según la nueva estrategia del consorcio
El fabricante español, que no está a la venta, necesita un desarrollo comercial y de producto
SERGIO PICCIONE

MADRID.- Seat no se vende. Pese a los continuos rumores aparecidos en la prensa alemana, no existe ningún plan en marcha para vender la marca española en el seno del Grupo Volkswagen. Y no es que se la mire con especial cariño dentro del consorcio, puesto que Ferdinand Piëch, que se encamina hacia un nuevo periodo como presidente del consejo de vigilancia, ha dicho en repetidas ocasiones que comprar Seat fue un error. Pero sus dirigentes tienen claro que mientras tenga un 3% del mercado europeo, sigue siendo interesante.

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Además, para vender algo, ha de haber quien lo compre. Y en el caso de Seat, no existe ese comprador. Por lo menos, de lo que el Grupo Volkswagen quiere vender que es el logotipo y poco más. Porque compradores de una marca con 400.000 matriculaciones en el mercado europeo si los habría, particularmente entre los fabricantes chinos. Pero estos están ávidos de tecnología, y Volkswagen no la vendería, puesto que la de los Seat es la misma que la que se puede encontrar en los Volkswagen, los Skoda e incluso, en algunos Audi.

Y tampoco parece posible que el consorcio alemán vaya a dejar en manos de algún competidor la factoría de Martorell, una de las más modernas de Europa, preparada para poder fabricar casi cualquiera de sus productos a unos costes inferiores a los que tienen las fábricas alemanas que trabajan con las condiciones del 5.000x5.000 o Auto 5.000.

Sin embargo, esto no hace que la situación de Seat dentro del grupo sea fácil. Como admitió su anterior presidente, Andreas Schleef, la marca española se está jugando su última oportunidad. Debe retornar a los beneficios y mejorar sus ventas. El problema es que para conseguirlo, necesita el apoyo del consorcio, algo que debe conseguir Erich Schmitt, el nuevo presidente.

Lo cierto es que el día que Volkswagen decidió comprar el fabricante checo Skoda, Seat perdió su sitio dentro del grupo. Hasta entonces, su situación era clara. Era la marca barata del consorcio por debajo de Volkswagen y, por supuesto, de Audi. Desde ese día, ha estado desubicada. Y los problemas de 1993 y 2005, no la ayudaron en nada. Alegando su precariedad económica, se le limitó la expansión a nuevos mercados y, por supuesto, el acceder a otros segmentos con el lanzamiento de nuevos modelos.

Tras la crisis de finales de 2005, pareció que se abría un nuevo horizonte para Seat que había pasado a formar parte de las marcas deportivas del grupo junto con Audi y Lamborghini. Eran supervisadas por Martin Winterkorn, el nuevo presidente ejecutivo del grupo que, tras asumir el cargo, ha decidido reunirla con Volkswagen y Skoda como marca de gran volumen.

La nueva estrategia sería la de hacer de Seat y Skoda dos marcas complementarias de Volkswagen, cubriendo los huecos de mercado que deje esta. Skoda como marca de bajo coste, de gran tradición en Europa del este y otros mercados emergentes. Y Seat como marca deportiva, destinada a mercados más evolucionados.

Sólo dos modelos

Pero en cualquier caso, Seat necesita una gama completa de modelos. Hasta ahora se ha estado defendiendo con sólo dos. Uno es el Ibiza que tiene una derivación en el Córdoba. Y el otro es el León, del que derivan el Toledo, el Altea y el Altea XL. Cierto que existe también el Alhambra, que se aprobó para Seat en vista de que las ventas de su gemelo, el Sharan, no cubrían las previsiones que se había hecho.

Dentro de ese proceso de ampliación de la gama, lo que está previsto en primer lugar es introducir en los mercados ibéricos un vehículo comercial derivado del Volkswagen Caddy. Se dice que también un sucesor para el Alhambra, derivado del Volkswagen Sharan, pero no llegará hasta finales de 2008 o comienzos de 2009. Y dado que extender la gama hacia abajo, lanzando un sucesor para el Arosa, no se considera rentable, se aprobaría un modelo grande, con la base del Volkswagen Passat o del Skoda Superb, pero estéticamente diferente de estas berlinas clásicas. También se ha considerado el sacar una versión Seat del todocamino Volkswagen Tiguan, pero por el momento no se ha aprobado.

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