Barzan Ibrahim, uno de los tres hermanastros de Sadam Husein, murió ahorcado en la madrugada de ayer por los mismos delitos por los que fue ejecutado Sadam el 30 de diciembre: la matanza en 1982 de 148 chiíes en Dujail, tras un golpe fallido contra el dictador.
Según el fiscal Jaafar Musaui, presente en la ejecución, murió gritando que no había hecho nada, que todo había sido obra de Fadel Barrak, ex jefe de los servicios secretos iraquíes. Su final fue tan horrendo como el de muchas de sus víctimas. La soga le decapitó y su cabeza, cubierta con la capucha, quedó a varios metros de su cuerpo. «Un accidente extraño», dijo el portavoz del Gobierno iraquí. Para la mayoría de los suníes, dentro y fuera de Irak, otro acto abominable de venganza y de humillación chií.
Hijo de Suba, la madre de Sadam, y de su segundo marido, Hasán Ibrahim, Barzan nació en febrero de 1951 en el clan de los Majid, «ladrones y criminales de la peor ralea, a quienes detestaban todos los vecinos», según Con Couglin, biógrafo del ex dictador iraquí.
Catorce años más joven que Sadam, su nombre aparece por primera vez en los periódicos en el asalto al Palacio presidencial de Bagdad el 17 de julio de1968, subido al mismo tanque que su hermanastro. Los cuatro años anteriores, entre los 14 y los 18 años, los había pasado, con sus hermanos Sabaui y Watban, en los campamentos de la milicia neonazi del Baas, Jihaz Haneen, dirigida por el propio Sadam.
Destituido el presidente Abdul Rahman Arif, el partido Baas recuperó el poder y Barzan, siempre a la sombra de Sadam, nombrado nuevo jefe de la Seguridad nacional, se convirtió en uno de los principales ejecutores de las decisiones de su hermanastro. Como tal, participó en la ejecución pública de 14 supuestos espías, condenados sin prueba alguna, el 27 de enero de 1969, en la plaza de la Liberación. Las ejecuciones de comunistas, chiíes, suníes desleales y de otros adversarios continuaron el 20 de febrero, el 14 y 30 de abril, el 15 de mayo, el 21 y 25 de agosto, el 8 de septiembre y el 26 de noviembre del mismo año. Se convirtieron en algo tan habitual que la plaza pasó a llamarse plaza de los Ahorcados.
El Jihaz Haneen fue sustituido por una nueva fuerza de seguridad formada por Aman al Amm (seguridad interior), el Mujabarat (servicio de inteligencia del partido, el más importante) y el Estijbarat (inteligencia militar).
Barzan fue subdirector del Mujabarat hasta 1974 y director entre el 74 y el 83, fecha en que fue sustituido por su hermano Sabaui y desterrado a Ginebra, como representante oficial de Irak en la UNESCO hasta 1989 y ante la Comision de Derechos Humanos hasta mediados de los 90. Su misión principal fue, en realidad, gestionar las cuentas de la familia Husein en los bancos suizos, que llegaron a superar los 20.000 millones de dólares.
Nunca se aclaró del todo su enfrentamiento con Sadam en 1983, pero todo indica que se debió al marido elegido por éste para su hija mayor, Raghda, Husein Kamel, cuando Barzan daba por hecha la elección de su hijo.
Antes de su exilio dorado en Suiza, Barzan supervisó personalmente la ejecución de 66 dirigentes del partido tras el golpe de mano, en julio del 79, contra el presidente Bakr. Según Jidir Hamza, autor de El bombero de Sadam, una de las pocas biografías de Barzan, en las purgas que siguieron, éste remató de dos tiros en la cabeza a Adnan Husein Hamdani, artífice del programa iraquí de armas de destrucción masiva, nombrado cinco días antes viceprimer ministro por el propio Sadam.
Barzan dirigió también la represalia contra los chiíes de Nayaf tras el atentado fallido de abril de 1980 contra el viceprimer ministro Tariq Aziz. Detuvo, torturó y ejecutó al ayatolá Mohamed Bakú Sadr y a su hermana, mató a centenares de sus seguidores y expulsó a unos 35.000 a Irán, con lo que provocó el comienzo de la guerra de ocho años entre Irak e Irán.
Barzan Ibrahim Hasán Tikriti, hermanastro de Sadam Husein y ex dirigente del régimen dictatorial iraquí, nació en 1951 en Tikrit y falleció en Bagdad el 15 de enero de 2007.
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